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En seguridad, la responsabilidad no es de TODOS

Leíste bien, la Seguridad NO es responsabilidad de TODOS. Yo no acepto que mi bienestar dependa de alguien más. Yo quiero que si me pasa algo “bueno” como algo “malo” (toco madera) dependa de mi capacidad para resolver situaciones y no en la capacidad de alguien más para gestionar mi seguridad.

Generalmente, en las organizaciones las personas piensan completamente lo contrario y se convierte en uno de los grandes retos para gestionar la seguridad de manera que el personal se responsabilice de su propia Seguridad y decida actuar siempre buscando reducir los riesgos de su operación.

Año tras año el departamento de Seguridad y la Gerencia tratan de responsabilizar y concientizar al personal haciendo observaciones a los actos inseguros, inclusive la Seguridad se convirtió en una condición de empleo; sin embargo, hasta donde he visto, seguimos igual o no hay resultados sustentables.

Pero ¿por qué pasa esto? ¿Por qué la gente sigue cometiendo actos inseguros? ¿Por qué sólo logramos cambiar el comportamiento de las personas cuando los estamos observando? ¿Por qué la gente siempre busca un culpable cuando se lesiona?

Durante muchos años, tal vez más de 25, se nos ha dicho que, para crear un ambiente libre de lesiones, es necesario concientizar al personal de los riesgos que hay en el lugar de trabajo y hacer que el personal reporte cualquier acto inseguro a través de herramientas como las Tarjetas de Seguridad Basada en el Comportamiento, para así lograr una cultura donde todos se “cuiden entre todos”.

Esta cultura “interdependiente” donde nos “cuidamos entre todos” crea confusión en el personal porque se les hace creer que “ La Seguridad es responsabilidad de TODOS”; este concepto bastante ambiguo y complejo fácilmente se puede malinterpretar ya que cuando algo es de “TODOS”, tiende a ser de nadie, y desafortunadamente eso ha pasado con Seguridad.

Este concepto ha sido una de las grandes limitantes para que las personas sean responsables de su propia seguridad (inclusive de su propia vida) y ha generado que al momento en que se tiene una lesión siempre se buscan pretextos y se busca responsabilizar (más bien culpar) a alguien más por lo que pasó.

Ejemplo, un operador deshabilita una guarda de seguridad para poder meter la mano a la máquina y con esto ahorrar tiempo de la operación; cómo te podrás imaginar, el operador se lesiona y mágicamente se convierte en un experto en señalar culpables por lo que le pasó y dice cosas como:

  • Es que nadie me dijo que me podía lastimar.
  • El Supervisor me mandó a realizar esa tarea.
  • Siempre lo he hecho así y nunca me había pasado nada.
  • La empresa no invierte en las instalaciones.
  • Es que nadie me entrenó.
  • El liderazgo no está comprometido.
  • Y muchas otras que me imagino que al momento de leer las anteriores vienen a tu mente.

Cómo “La Seguridad es responsabilidad de TODOS” se le permite decir todo esto y mucho más… ¡Viva la cultura interdependiente!

La cultura interdependiente entonces, se confunde con la cultura dependiente. Esta confusión ha generado que todo el personal se vuelva dependiente de las instrucciones de la Supervisión y del Liderazgo para poder trabajar de manera Segura, inclusive se dice que la seguridad es responsabilidad de la línea de mando.

Entonces si la Seguridad no es de todos, pero tampoco de la línea de mando… ¿de quién es? Estoy convencido que si realmente se quiere tener una organización libre de incidentes es crítico que la seguridad sea responsabilidad de cada persona. Es necesario entregar la responsabilidad por “La Seguridad” a cada una de las personas en la organización y llegar a que la Responsabilidad por Seguridad sea de todos como una consecuencia de la suma de cada uno de los individuos.

¿Cómo lo logro? Te doy tres sencillos pasos por los que puedes iniciar este proceso transformacional.

  1. Es necesario dejar de hablar de “Los demás” y empezar a hablar en primera persona, desde el “Yo”, para con esto pasar a desarrollar la creencia de “La Seguridad es mi Responsabilidad”. Es muy importante resaltar que con esta creencia no estoy hablando de que cada persona se hace responsable de su propia seguridad, sino más bien que cada uno se hace responsable de “La Seguridad” y de mantener un entorno libre de riesgos. Si tan sólo logramos que cada persona se preocupe por sí misma y por mantener su área de trabajo libre de riesgos habremos dado un gran paso que seguramente nos llevará a un cambio realmente sustentable.
  2. Empezar a conversar con el personal, entender por qué se expone al riesgo y encontrar el trasfondo de su comportamiento; te doy una pista, tiene que ver con las creencias… Si en una situación de riesgo “Creo que a mi no me va a pasar nada”, probablemente me exponga al riesgo. Esta creencia se refleja cuando hacemos una investigación de incidente, la principal causa humana que se define es “Exceso de Confianza”, pregúntate ¿En verdad existe el exceso de confianza?
  3. Pregúntate a ti mismo e invita a los demás a preguntarse ¿Qué pude haber hecho YO para evitar este incidente? En vez de buscar culpables y encontrarlo en la primera persona que se atraviesa. Con esto fácilmente vas a encontrar soluciones diferentes.

En conclusión y citando un artículo que agrega mucho a este tema:

La responsabilidad de tu vida es tuya, no es de los demás ni de agentes externos… Si asumes tu responsabilidad en la vida, todo suele ir mucho mejor. Primero, porque te esforzarás para que las cosas vayan bien y, por tanto, estarás tomando el control. Segundo, porque evitarás entregarle ese control a un tercero…

Sin embargo, es precisamente eso lo que suelen hacer muchas de las personas que conozco: entregar la responsabilidad y el control de su vida a terceros. Al hacerlo, quedamos en manos de otros. Pasamos de ser protagonistas a observadores, e incluso víctimas. Y ese victimismo se convierte la excusa perfecta para caer en el conformismo y en la autocomplacencia.

Fuente: LinkedIn