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Estas son habilidades futuras que demanda el mercado laboral

Creatividad, decisión para asumir riesgos, responsabilidad social y destrezas para innovar son las habilidades que se impondrán para los trabajadores en los próximos años y que ya las compañías, sin importar la actividad económica en la cual se desarrollen, han empezado a demandar.

Si bien la tecnología avanza a pasos agigantados, el capital humano seguirá siendo el corazón de las organizaciones, porque los procesos en las compañías no se le pueden dejar solo a las máquinas: se requiere de pensamiento crítico, creativo, resolución de problemas, toma de riesgos e innovación, habilidades que complementan las mejores capacidades tecnológicas.

«Así se desprende de un estudio contratado por la multinacional Pearson (compañía británica de contenidos y servicios educativos) y desarrollado por investigadores de Nesta (fundación de innovación del Reino Unido) y Oxford Martin School, dada la incertidumbre que genera el crecimiento de la tecnología y cómo ésta podría reemplazar a los trabajadores.»

Denis Hurley, director Global de Tecnologías Futuras de Pearson, estuvo de paso por Colombia y le contó a Dinero sobre los principales hallazgos de la investigación realizada en Estados Unidos y el Reino Unido; los cuales sirven de base para la toma de decisiones académicas y en materia de política pública.

A partir del análisis de 7 megatendencias como: el cambio demográfico, la incertidumbre política, globalización, la desigualdad en los ingresos, la sostenibilidad ambiental y la urbanización junto con la tecnología emergente, se determina cuáles son las tendencias clave que influyen en los mercados laborales.

El directivo dice que será necesario que los nuevos profesionales sean creativos, tomen riesgos, sean responsables socialmente; porque las máquinas no pueden ser responsables de esto y un aspecto que precisamente se debe reforzar en las industrias. “El funcionamiento de las máquinas dependerá de la creatividad e inteligencia de los humanos”, dice.

Uno de los riesgos que se puede generar con la cuarta revolución industrial es implementar tecnología y no tener claro el impacto que puede ocasionar en los trabajadores. Para este experto, no hacer un uso correcto de la misma puede llevar a no tener empleados felices, motivando su salida y que si se quedan, es posible que no se garantice el éxito del negocio. “No es posible reemplazar la gente con tecnología”.

Es un reto para las compañías tener a sus empleados entrenados, especialmente en tiempos volátiles. El estudio determina que es necesario motivar a los empleados a que sean responsables y que apoyen los objetivos de la empresa.

Las compañías deben pensarse hacia el futuro y no solo en sus necesidades inmediatas y es por ello que el recurso humano seguirá siendo el corazón de las organizaciones y en muchos casos, lo que se puede hacer es que estas nuevas tecnologías pueden ser utilizadas para entrenar y capitalizar las fortalezas del personal.

Hurley dice que, de acuerdo con la investigación, las actividades económicas que más han logrado ajustarse a estos cambios han sido las de manufactura que evidencia una disrupción.

Manifiesta que incluso si las mismas compañías de tecnología quieren ser exitosas deben asegurarse de que su personal no sea tan técnico sino que tengan suficientes habilidades interpersonales.

Habilidades blandas

A partir de la data y las 120 habilidades analizadas en Estados Unidos y Reino Unido, se determinó qué es lo que se está necesitando. Una de las grandes conclusiones, es que más allá de lo técnico, las personas tienen que prepararse en habilidades blandas, más humanas porque cada quien aprende de forma diferente y las habilidades humanas serán las que hagan la diferencia entre una máquina y una persona.

Esto sirve para abrir la discusión en los sectores productivos, academia y gubernamentales con el fin de validar políticas públicas tendientes a permitir que los nuevos profesionales lleguen al 2030 con las capacidades que se requieren para ser competitivos. Esta es una de las mejores formas para mantenerse competitivo a nivel internacional, de que la economía se fortalezca y que sea trazable externamente.

“En Colombia es claro que el trabajo está por hacer. Pearson está trabajando para identificar en el contexto colombiano desde la academia, gobierno y sector productivo cuáles son los impactos que este estudio debe tener y cómo las empresas pueden responder a esas nuevas necesidades del mercado”.

Es importante adaptarse a estos nuevos lineamientos desde la academia, desde la educación y no quedarse en el pasado con una formación catedrática sino basándose en la experiencia, las habilidades y la inmediatez que están exigiendo la nuevas generaciones.

 

Fuente: www.dinero.com