Empresas

El director financiero en el siglo XXI

Reto 1: las finanzas Un director financiero tiene que ser capaz de encontrar los recursos que financien la actividad de su empresa. Para buscar financiación ajena en el entorno tradicional, bastaba con mantener una buena relación personal con los responsables de una o varias oficinas bancarias y el problema estaba resuelto. Para la financiación propia, el capital, normalmente los accionistas eran familias o grupos que se conocían entre sí. Todo esto está cambiando a gran velocidad. Si lo que necesita la empresa es un préstamo, las alternativas son más amplias. Aparte de los bancos, las plataformas de “crowdlending” permiten acceder a préstamos financiados por multitud de prestamistas. Si hablamos de financiación propia, también hay plataformas especializadas en “capital crowdfunding” que funcionan de la misma manera: multitud de pequeños ahorradores seleccionan los proyectos más atractivos a través de la red. El director financiero deberá adquirir nuevas aptitudes para promocionar su empresa en esas plataformas. Ya no basta con que haga reuniones en un despacho, sino que deberá diseñar una estrategia de reconocimiento de marca para que las campañas de captación de capital tengan éxito. Reto 2: la información Antiguamente, toda la información sobre la actividad económica de las empresas se guardaba en los libros contables. Podemos decir, con propiedad, que los directores financieros eran los administradores de la base de datos más importante de la empresa. Con la revolución de los sistemas de información, todo esto ha cambiado radicalmente. El director de IT custodia las bases de datos críticas para la empresa. Sin estas bases de datos, la empresa se paralizaría. Pero el director financiero sigue estando en la cúspide de la toma de decisiones. La función de convertir esos datos en información relevante para la estrategia sigue siendo suya. Para poder ejercer esa función, deberá actualizarse y conocer las nuevas tecnologías. No hace falta que sea un experto en sistemas de información, pero al menos deberá esforzarse en implementar con éxito las herramientas de Inteligencia de Negocio (Business Intelligence). Reto 3: la organización Cuanto más evoluciona una organización, mayor necesidad tiene de una estructura o al menos, de un patrón de crecimiento. Las empresas modernas discuten el principio de jerarquía porque entorpece la creatividad. Sin embargo, no es posible una ejecución sistemática del plan de negocio sin un orden interno. El director financiero ha cubierto tradicionalmente el rol de responsable de las áreas de soporte de la empresa: legal, recursos humanos, contabilidad, tesorería y servicios generales. Algunos se relacionan directamente con la actividad económica, pero otros, como recursos humanos, no tienen nada que ver con la financiación de la empresa. Si el director financiero quiere seguir influyendo en la toma de decisiones de la empresa, debe ser también un especialista en áreas ajenas a la contabilidad. No es necesario que domine el detalle, pero sí que tenga una visión de cuál es la organización óptima para cada etapa de evolución del negocio. El director financiero y el cambio Vamos a responder ahora a la pregunta que nos planteamos al inicio: los cambios en el contexto de la empresa moderna ¿debilitan o refuerzan al director financiero? La respuesta no es fácil. Si el director financiero no cambia respecto a las funciones tradicionales, está claro que su posición se debilita. Si no es capaz de buscar nuevas fuentes de financiación entre las que le ofrecen las nuevas empresas fintech, no estará cumpliendo su cometido como responsable de conseguir financiar el negocio. Igualmente, si se limita a manejar información contable sin elaborar los datos y crear una visualización potente de la situación del sector y la empresa, los decisores recurrirán a otras fuentes de información y el director financiero perderá influencia. Por último, si el director financiero no tiene criterio para proponer la mejor organización en un mundo cambiante, su rol será secundario. Por contra, si el director financiero está dispuesto a cambiar, su posición en la empresa no sólo no se debilitará, sino que se reforzará. Un director financiero que domine las rondas de capital a través de crowdfunding, cumplirá su principal función con eficiencia. Si se enfoca en la Inteligencia de Negocio, aprovechando fuentes de datos internas y externas podrá suministrar información contextualizada a los decisores. Y si puede diseñar la organización de la empresa, ayudará a esta a adaptarse con flexibilidad a los cambios. Por lo tanto, el director financiero debe reinventarse si quiere seguir manteniendo la influencia en su organización. Y al ritmo que llevan los cambios, debe hacerlo con rapidez. Fuente: gerencie.com]]>