EL ‘PLAN RETORNO’ DESNUDÓ LAS DEFICIENCIAS EN TRÁNSITO
Aunque la siniestralidad se redujo, hubo más de 700 muertes. Es hora de mejorar la estrategia de las autoridades que se repite cada año sin novedad.
Terminó otra temporada de vacaciones y como ya es costumbre las autoridades hacen sus balances que no pasan de las frías estadísticas de siniestralidad en las carreteras, de los comparendos impuestos, de los conductores ebrios y, en general, de los ‘éxitos’ en las operaciones ‘Éxodo’ y ‘Retorno’.
Las cifras que entregaron esta semana el Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional deberían servir más para un replanteamiento del trabajo hecho hasta hoy, que para los ‘tradicionales’ informes de prensa desde la Autopista Sur en estos días tan faltos de noticias para los periodistas.
En esta temporada de vacaciones en las carreteras murieron, según dichos informes oficiales, 736 personas y ocurrieron 2.792 accidentes, un gran logro sin lugar dudas pues en esta última medición la reducción con respecto a la temporada anterior fue del 53 por ciento.
¿Qué pasó en esos accidentes? ¿Cuál fue la falla? ¿Quiénes son los responsables? Son preguntas sin respuesta pero que se pueden responder examinando el comportamiento de los conductores, motociclistas, peatones y ciclistas, autoridades de tránsito y todas las entidades del Estado encargadas de regular y vigilar el tránsito en Colombia.
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El reporte de la Dirección de Tránsito de la Policía Nacional indica que durante la temporada decembrina se impusieron 260.845 comparendos, 35.151 por exceso de velocidad; 23.611 por realizar maniobras peligrosas en motocicleta; 26.937 por no tener la revisión técnico mecánica; 13.317 por conducir sin haber obtenido licencia de conducción; 7.346 por adelantar en zona prohibida y 2.222 por conducir en estado de embriaguez.
Las fallas
Estas cifras, en primer lugar, a simple vista dejan en evidencia las grandes fallas en el licenciamiento de los conductores por la deficiente conducción y las licencias entregadas como en feriaque permiten que personas irresponsables estén frente al volante. Aquí cabe una pregunta para el Ministerio de Transporte. ¿En qué quedaron los famosos anuncios sobre los ‘exigentes’ exámenes teóricos y prácticos para los conductores que iban a realizar el Sena o algunas universidades?
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Conducir ‘como quiero y como me dé la gana’ parece ser la consigna de muchos. El lunes pasado en un recorrido por la doble calzada Bogotá-Girardot fuimos testigos de varios problemas, de los cuales hemos hablado en estas páginas.
El primero, el desconocimiento del uso correcto de los carriles por parte conductores de vehículos pesados y livianos. Y el segundo, la falta de acción de los agentes de tránsito frente a esta situación que es la causante en gran medida del represamiento del tráfico. Estos comportamientos dan al traste con el objetivo de poner contraflujos o dobles carriles para agilizar el tráfico.
Hay un artículo en el Código Nacional de Tránsito (68) que señala que “tanto en vías de un solo sentido como en las de dos se deberá transitar por cada carril de acuerdo a la velocidad de marcha, los vehículos transitarán por el carril derecho y los demás carriles se emplearán para maniobras de adelantamiento”. Incluso, el CNT contempla una sanción por esta mala conducta de 15 salarios mínimos legales vigentes, que aplica también para vehículos de 3.5 o más toneladas.
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La Policía Nacional en cada temporada de vacaciones hace un despliegue “con 35 mil uniformados en las vías del país”. Y aunque hacen una gran labor, esta podría ser más eficiente si sus agentes con sus motos y patrullas en vez de estar parados a las orillas de las carreteras, las recorrieran y estuvieran prestos a controlar esta situación; o pillar en flagrancia a los irresponsables que ponen en riesgo la vida de otros usuarios, como algunos conductores de flotas intermunicipales y su ‘guerra del centavo’, o los que se creen pilotos de fórmula 1 en la carretera.
En el puente de Reyes salieron a flote las fallas en los controles a la revisión técnico mecánica. Casi dos centenares de vehículos ‘recalentados’ en el Alto de la Línea, según se vio en las redes sociales, demuestran la falta de una buena puesta a punto de los motores y la poca pericia al volante de muchos conductores.
Esto prueba que los controles o retenes de ‘papel’ para revisar documentos poco sirven, cuando el problema ya está rodando por la carretera. Estos controles, como en otros países, se hacen en las salidas de las ciudades y se intensifican en los días previos a la temporada de vacaciones.
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De otra parte, los datos de circulación de vehículos ponen en duda la eficiencia de los planes ‘éxodo’ y ‘retorno’. En el imaginario popular queda la idea de que salieron ‘muchísimos carros’, lo cual no es tan cierto. Según las autoridades “se presentó una movilidad nacional de 13’835.730 vehículos (registro paso-peaje)”, lo cual distorsiona la realidad para establecer los verdaderos problemas como el de la deficiente infraestructura vial de Bogotá.
En el paso-peaje que contabilizan las autoridades se cuenta cada peaje como un carro, de ahí que ‘circulen’ más vehículos de los que aparecen en el Runt. Para entender esta situación va este ejemplo: una familia que viaje de Bogotá a Bucaramanga, debe pagar siete peajes a la ida y otros siete al regreso. En este caso, para las autoridades pasaron 14 carros en vez de uno.
La situación es la misma en la vía Bogotá-Cali, por la que hay que pagar 10 peajes a la ida y los mismos 10 al regreso; o Bogotá-Neiva, con cinco peajes (10); Bogotá-Armenia, 5 (10); Bogotá-Santa Marta, 11 (22); Bogotá-Girardot,Vía La Mesa, 4 (8); Bogotá-Villavicencio, 4 (8); Bogotá-Medellín, 6 (12); o Cartagena-La Guajira (Paraguachón), 9 (18).
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Mención aparte merece el estado de las carreteras. La Superintendencia de Transporte reveló que en un periodo de tan solo siete días hizo inspecciones preventivas nocturnas a 44 concesiones de las 58 que existen en el país. El resultado de la visita arrojó 1.084 fallas, entre las más comunes la deficiente, ausente o insuficiente señalización vertical y horizontal; la falta de señalización preventiva de obras; deficiente o insuficiente señalización temporal de advertencia; ausencia de señalización en zonas laterales; mal estado del pavimento; caída de material en la vía; y obstáculos para la correcta visibilidad.
Todas estas cifras son oficiales y dan cuenta de la situación que se vive año tras año en las carreteras. Esta vez 736 colombianos no pudieron reencontrarse con sus familiares por un accidente que seguramente pudo ser evitado.
CIFRA
2.792 Accidentes en carreteras
En la temporada de vacaciones murieron 736 personas y 3.606 resultaron lesionadas.
Fuente: Motor
