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El blindaje y chalecos, la mejor prevención y defensa para salvar la vida

Como personas, uno de los principales propósitos que tenemos es mantenernos sanos y cuidar de nuestras vidas. Y para ello hay diversas formas de hacerlo. Incluso podemos contar con aliados que nos ayuden con tal fin. Pero, ¿dónde los podemos encontrar? En varias partes y con diversos conocimientos. En esta ocasión nos referiremos a una especialidad en particular: el blindaje.

¿Qué es el blindaje?

Para empezar, ¿qué es el blindaje? Bueno, se trata de una barrera física que detiene diversas clases de proyectiles, como son las balas disparadas por armas de fuego de diferentes tipos y calibres, que, precisamente, al toparse con la superficie protegida provocan un daño menor o incluso nulo, lo cual asegura la preservación de una o más vidas.

Sin embargo, se debe considerar que, como en el caso automotriz, no sirve para enfrentar un riesgo, sino para evadir el peligro que representa un ataque armado con el propósito de resultar ilesos y huir. De hecho, se sabe que los atacantes tardan en promedio seis segundos en iniciar y terminar un ataque. Pero los vehículos blindados brindan a los usuarios el tiempo para analizar el tipo de agresión que se está recibiendo, evaluar las posibles decisiones y, finalmente, huir.

Para entender mejor el alcance de la protección que ofrece el blindaje, y debido a la falta de estadísticas e información actualizada que existe en todos los ámbitos, podrían considerarse las cifras que arrojan el mercado y la industria de Estados Unidos para ilustrar el tema del cual estamos hablando refiriéndonos a dos de las variantes del blindaje: el de autos y el de los chalecos.

Autos blindados

Por ejemplo, se sabe que las probabilidades de morir en un accidente automovilístico son de alrededor de una en 5.000. Pero las de morir en un vehículo blindado, por accidente, son de alrededor de una en 30.000. Es decir, es seis veces menos probable. También se reconoce que la mayoría de los ataques a los automóviles se dirigen hacia los cristales, por lo que estos elementos son de gran importancia para conservar la vida del conductor y los pasajeros.

Un hecho comprobable es que, con el transcurso del tiempo, la industria del blindaje ha mejorado la composición y calidad de la materia prima. Los materiales se han vuelto más ligeros. Y si bien anteriormente solo se podían blindar vehículos de ciertas dimensiones y capacidades, con motores específicos, actualmente se pueden blindar vehículos de cuatro, seis y ocho cilindros. Incluso ya se está trabajando sobre los vehículos híbridos y eléctricos.

Chalecos antibalas

Por cierto: si bien los ataques terroristas y los secuestros son la principal razón del aumento de las ventas de vehículos blindados en todo el mundo, vale la pena recordar que para preservar la vida humana, la industria del blindaje se ha especializado en diseñar prendas protectoras contra ataques armados a través de los chalecos antibalas. Principalmente, son utilizados por las fuerzas del orden, pero también son requeridos por los civiles.

Como sector, nos interesaría contar con estadísticas que indicaran cuántas vidas salvan estos chalecos. Así podríamos confirmar que lo que estamos haciendo está cumpliendo su cometido. Y, además, nos serviría para registrar los daños y efectos causados por una agresión con algún arma. Tal información se usaría para aplicar una mejor ingeniería en nuestros productos y desarrollarlos de una forma óptima.

Para ilustrar la importancia de este tipo de chalecos para salvar vidas, podemos considerar un estudio realizado en Estados Unidos. Según el informe, 637 agentes que recibieron un disparo con arma de fuego en el torso, y portaban chalecos antibalas, registraron un 76% menos de probabilidades de morir que los que no los vestían. Conclusión: si se equipase a todos los policías con blindaje se salvarían, al menos, 8,5 vidas por año; un beneficio que es casi el doble del costo.

Y lo cierto es que un oficial que recibe un disparo que impacte en su chaleco tiene tres veces más probabilidades de sobrevivir a un ataque que sin la protección.

Para avalar tal aseveración, de acuerdo con otro informe se encontró que el 29% de los oficiales que vestían chalecos cuando recibieron disparos falleció. Pero solo una de esas muertes se debió a una falla del chaleco. Los otros decesos se debieron a disparos que golpearon al oficial asesinado en áreas del cuerpo que no estaban cubiertas por el chaleco o por un proyectil de arma de fuego que el chaleco no estaba diseñado para resistir.

La tecnología en el desarrollo de los chalecos antibalas también ha alcanzado un avance significativo. De los 8 kg que pesaba un chaleco 25 años atrás se ha pasado a modelos de 2,8 kg gracias a su materia prima y a diseños más avanzados que protegen el tórax, los órganos vitales, la espalda y los costados. Y no solamente de un ataque con bala, sino de arma blanca si es una protección adicional requerida.

Precio justificado

Habrá quienes consideren que adquirir un chaleco blindado representa un costo alto. Y más aún blindar un auto. Pero el precio que se paga, en cualquier caso, se justifica. Desde luego, para decidir lo que debemos adquirir se requiere un análisis de riesgos que considere nuestras actividades, rutas, horarios de entrada y salida y qué eventos nos podrían afectar y ponernos en riesgo. Se trata de proteger mejor nuestro bien máximo: nuestra vida y la de los nuestros, algo que, al final, no tiene precio.

Fuente: SeguriLatam