Colombia

Salario mínimo 2018: empieza debate para determinar el nuevo aumento salarial

La productividad, el efecto del IVA en el bolsillo de los colombianos, la generación de empleo y el comportamiento del comercio, son algunos de los factores que se pondrán sobre la mesa a la hora de discutir el aumento del salario mínimo para 2018. Existe una propuesta de salario diferencial por regiones.

La discusión del salario mínimo para el 2018 comenzó oficialmente el pasado 25 de octubre con la instalación de una comisión que suministrará el dato de productividad para el incremento del mismo. Cabe decir que la productividad es uno de los insumos que se tienen en cuenta para el ajuste del salario mínimo.

Al respecto, la ministra del trabajo, Griselda Restrepo, señaló que la comisión de productividad es fundamental para la discusión del aumento salarial. “Vamos a arrancar una tarea donde espero podamos encontrar una ruta que permita el mejor salario mínimo para los colombianos”, dijo a los medios de comunicación. La ministra también expresó que ya ha tenido diálogos privados sobre el tema del incremento del salario mínimo con algunas centrales obreras y con una parte del sector empresarial del país.

En las negociaciones se deberá tener en cuenta, fuera del punto de la productividad, la afectación que tuvo el aumento del IVA en el bolsillo de los colombianos.

Por otra parte, la Confederación General de Trabajadores –CGT– ya hizo una primera propuesta de aumento: entre el 9,5 % y el 10 %, lo que representaría $73.000 de incremento sobre el salario actual. Cerca de 1,3 millones de personas que devengan el salario mínimo ganarían cerca de $80.000 más mensualmente.

En el mes de septiembre, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras –Anif– recomendó un ajuste del salario mínimo que no supere el 4,5 % para 2018. De ser así, el salario mínimo se elevaría de los actuales $737.717 a $770.914.

Desde el punto de vista de la entidad, un mayor incremento tendría el riesgo de mermar la buena generación de empleo que se ha tenido durante 2017, debido a la rigidez estructural del mercado laboral colombiano.

El próximo gobierno deberá estudiar cuidadosamente cómo superar la inflexibilidad laboral, siendo los principales obstáculos: los elevados costos no salariales que bordean el 50 % y los elevados costos de despido que enfrentan las firmas.

Bruce Mac Master, presidente de la Asociación de Industriales de Colombia –Andi– dice que todavía es temprano para hablar sobre el tema, pero al momento de tomar esta decisión “es muy importante que se entienda la situación en Colombia que ha tenido un año complejo desde el punto de vista de las ventas”.

Salario diferencial por regiones, ¿una posibilidad real?

Los investigadores Luis Arango y Luz Flórez presentaron en la más reciente edición de Borradores de economía del Banco de la República una propuesta para reducir los índices de informalidad laboral y las brechas en materia de remuneración que presentan los colombianos en los distintos municipios del territorio nacional. “El salario mínimo es uno de los determinantes fundamentales del desempleo estructural, variable que en Colombia ha rondado el 10 %, una de las más altas en Latinoamérica”, explican los académicos, como lo publica La República.

Acorde a lo expuesto por los investigadores el salario mínimo podría estar contribuyendo a la informalidad. “Por lo tanto, una alta prevalencia de trabajo informal constituye un síntoma del mal funcionamiento del mercado laboral al cual puede estar contribuyendo una medida bien intencionada como lo es el salario mínimo”.

La investigación plantea la posibilidad de implementar un salario diferencial debido a la heterogeneidad que se presenta en las regiones, no solo en la parte de informalidad laboral, sino también en la productividad de los trabajadores.

“Esta sería una razón para introducir un salario diferencial por regiones en vista de los graves efectos que la prevalencia de la informalidad en la mayoría de las ciudades del país tiene sobre el crecimiento de largo plazo (es decir en el PIB potencial por la vía del ahorro, la formación de capital humano y el progreso tecnológico), las finanzas públicas y el bienestar”, dicta el documento.

Frente a la propuesta del salario diferencial, dependiendo de las ciudades, y si se está en el campo o en zonas urbanas, las posiciones son distantes. Como lo publica RCN Radio, mientras que los empresarios aseguran que sería una medida que incentivaría la competitividad, las centrales obreras consideran que, de haber una diferenciación de este tipo, San Andrés sería la única ciudad que podría tener un salario distinto.

Fuente: actualicese.com