Seguridad Privada

Importancia y sugerencias para la PROTECCIÓN EJECUTIVA

La protección ejecutiva es una seguridad preventiva ante un eventual riesgo o problema. Ésta se brinda normalmente a personas con alto poder adquisitivo, ejecutivos, empleados que viajan o trabajan en zonas de alto riesgo, o cualquier persona que necesite protección por un motivo en particular.

Es imperativo e importante realizar la evaluación de riesgos en la protección ejecutiva para identificar las amenazas, que se define como la motivación y capacidad de un individuo o un grupo de realizar un acto delictivo, que resulta en la pérdida de un activo. Para este caso, un activo puede ser un ejecutivo de alto rango de una empresa.

La función del escolta

La función del escolta, y por cierto una de las tareas más complejas en seguridad, es la de proteger a un VIP de las amenazas a la que está expuesto, el escolta “no es una persona multiuso”. Muchas veces el VIP piensa que porque el escolta pasa la mayor parte del tiempo esperándolo, que no está mal que haga otras tareas para justificar su salario y que nada tiene que ver con su trabajo.

El VIP debe entender que el escolta es un profesional, que no puede realizar otras tareas que no sea la de protección, además distrae al guardaespaldas de las tareas fundamentales que es la planificación, observación, y respuesta en caso necesario.

 

Condición de portación del arma

La condición de portar el arma con bala en la recámara o no, suele ser un tema muy discutido. Muchas veces por una cuestión de comodidad o costumbre muchos escoltas utilizan el arma sin la bala en la recámara, es importante recordar que los eventos de atentados, secuestros y otros tipos de delitos, el fracaso o el éxito está a un segundo de diferencia entre la reacción rápida o no.

Es importante saber que la seguridad es 90% preventiva, pero si igual nos llega a ocurrir un evento no deseado, lo primero es cubrir y escapar, y sólo en último caso, si no queda otra alternativa confrontar la amenaza.

Se realizó un estudio en la Academia de Policía en España, en la cual se consiguió resultados muy importantes y contundentes al respecto de usar bala en la recámara o no.

Entre los diferentes puntos que se hizo un análisis, donde se destacó la condición de porte del arma, la influencia del estrés, los problemas de disparo al responder a una agresión con arma de fuego, y las transiciones de adaptarse a una nueva situación.

Antes del ejercicio, se les preguntó a cada participante del estudio cuál era la condición de porte de arma que habitualmente usa en el trabajo, y se les entregó la pistola preparada en la condición en la que suelen usar, los datos fueron concluyentes.

  1. El 56% de los policías para disparar tenía que extraer el arma de la funda, tirar de la corredera para introducir un cartucho en la recámara y disparar (condición 3 sin seguro).
  2. El 25% tenía que extraer el arma de la funda, tirar de la corredera para introducir un cartucho en la recámara, quitar el seguro y disparar (condición 3 con seguro).
  3. El 11% tenía que extraer el arma de la funda y disparar, sin manipular el arma (condición 2 sin seguro).
  4. El 8% tenía que extraer el arma de la funda, quitar el seguro y disparar (condición 2 con seguro).

Conclusiones:

  • Portar el seguro activado es muy perjudicial para la supervivencia.
  • La condición 3 también es muy perjudicial para la supervivencia.
  • La condición 2 sin seguro, de portar el cartucho en la recámara, no nos va a dar problemas de disparo, no hay que manipular el arma.
  • El punto de vista de cada jefe de escolta o escolta es respetable, pero es importante conocer las mejores prácticas, de modo a optar por la condición más efectiva, ya que cada uno será responsable del resultado que tenga en un evento determinado.

 

La experiencia por aprendizaje, siempre llega tarde

La capacitación de un escolta es fundamental y debe ser una exigencia del VIP para que pueda realizar una protección ejecutiva. El conocimiento empírico en donde la persona aprende trabajando en la profesión puede ser letal, ya que en la profesión de escolta rara vez existe una segunda oportunidad y los errores tienden a costar vidas o situaciones traumáticas de por vida.

 

Saber decir “no”

En la protección ejecutiva, es muy común que el escolta muchas veces no quiere negarse a ciertos pedidos o situaciones y quedar bien, pero es necesario saber decir “no”, cuando el VIP quiere hacer o imponer una situación que amenaza su seguridad y la de los demás.

El 90% del trabajo de la protección ejecutiva consiste en la planificación de la prevención y el restante en la planeación de acciones reactivas ante situaciones riesgosas.

Es importante tener en cuenta que ante un ataque tanto el VIP como el escolta, tienen baja probabilidad de salir airosos si no se maneja un esquema diseñado de protección de antemano, por lo cual es importante realizar el análisis de riesgo antes de iniciar la protección, un esquema de protección del resultado de este análisis e incorporar nuevos conocimientos de mejores prácticas ya probadas.

 

 

 

Fuente: www.seguridadenamerica.com.mx