Hay aceptación de los ciudadanos para trabajar con desmovilizados, según encuesta
Dentro de lo descubierto en esta encuesta nacional sobre la cultura política de la democracia en Colombia, se encontró que los ciudadanos están más dispuestos a que en sus lugares de trabajo sean contratadas mujeres desmovilizadas de las Farc que hombres, aún existiendo un gran porcentaje de la población que simplemente rechaza la idea de trabajar con cualquiera de ellos.
En el barómetro presentado por el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, que trabajó en este proyecto de la mano con Lapop, se incluyó una muestra de municipios afectados por la violencia, que llamaron ‘zonas de conflicto’, y realizaron el paralelo con los resultados de la encuesta nacional. Estos revelaron que en la muestra nacional la aceptación de contratación de un hombre desmovilizado es de 36,6%, 26,4% es indiferente o está indeciso, y 37% desaprueba la idea; mientras que en la encuesta de las zonas de conflicto 34,8% aprueba, 28,6% es indiferente, y 36,6% la desaprueba.
En cuanto a las mujeres desmovilizadas, los porcentajes variaron llegando a ser mayoría la aceptación a trabajar en compañía de una excombatiente, siendo en la muestra nacional 40,5% quienes aprueban, 27,7% indiferente o indeciso, y 31,8% que no lo aprueba. Mientras que en las zonas de conflicto la favorabilidad es menor con un 38,9%, pero sigue siendo mayor que la desaprobación que fue de 32,6% y una indiferencia más grande de 28,5%.
Miguel García del Observatorio y uno de los investigadores, dijo que “la aceptación a que un desmovilizado sea contratado en la empresa en la que uno trabaja ha incrementado inmensamente. Lo cual significa que en el ámbito laborar no se generaría el conflicto que de pronto se pensaba. Pero también lo que ocurre es que el mundo real es diferente porque toca ver hasta qué punto los empresarios abren las puertas a los desmovilizados”.
Percepción de la paz
“La gente está comenzando a pensar en cómo es Colombia sin Farc, lo cual es algo que creo que nunca se ha pensado”, según dijo el investigador del Observatorio, Juan Carlos Rodríguez.
Al comparar la muestra nacional y la muestra de zonas de conflicto en término de porcentaje de encuestados para los que la seguridad es la principal preocupación, encontraron que en la segunda muestra hay un porcentaje significativamente mayor de ciudadanos preocupados por el conflicto armado que es de 27,6% mientras que en la primera es de 17%.
También se demostró que de 2004 a 2013, entre 60% y 70% de los encuestados prefieren una salida negociada del conflicto. La excepción es el año 2011 cuando solo era 55% de los entrevistados.
Sobre el proceso de paz, más de 50%, tanto en la muestra nacional como en la de zonas de conflicto, apoya las negociaciones.
Sin embargo, hay pesimismo en que en un año vaya a finalizar la negociación. En la nacional el 39,6% cree que es poco posible y 37,2% que no es posible, mientras que solo 3,6% cree que es muy posible y 19,5% que es posible. En las zonas de conflicto, las cifras son similares.
En cuanto a la credibilidad de una desmovilización definitiva, en la muestra nacional, 44,7% cree que es poco posible, y en la otra, 49,6%, igual. Sobre la participación política de las Farc, en la primera el apoyo es de 31,3% mientras que en la otra es 34,5%.