Aplicaciones que vigilan tus movimientos: ¿Llevas un espía en el bolsillo?
- La fórmula más sencilla para espiar a alguien a través de su móvil es utilizar herramientas destinadas a la vigilancia de niños o mayores.
- Un consumo de datos mayor al habitual puede provenir de la transmisión de información a un sistema de vigilancia.
- Recientemente, un hombre fue detenido en Burgos por espiar a su pareja.
El espionaje de las comunicaciones móviles no es algo reservado a la NSA. Si bien es poco probable que la agencia de información americana esté interesada en conocer dónde estás o a quién llamas, lo cierto es que a día de hoy ya es posible realizar un espionaje personalizado a través del móvil. Para ello existen determinadas aplicaciones que permiten seguir y registrar la pista digital del usuario de forma relativamente sencilla y efectiva. Pero cuidado, según las circunstancias, es probable que sea algo ilegal y puede ser considerado delito.
En primer lugar conviene dejar claro los diferentes grados de ‘espionaje’ que se pueden realizar mediante el móvil. La fórmula más sencilla es utilizar apps destinadas a la vigilancia de niños o mayores, o la localización del móvil en caso de extravío. Estas herramientas como “find my phone” o “geofencer” son muy simples y son visibles por el usuario, por lo que aportan poca información (sólo la posición geográfica) y pueden ser desactivadas desde el propio móvil.
Algunas aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo Una opción más avanzada son las apps de espionaje propiamente dicho como “mSpy” o “mobilespy”. Este tipo de aplicaciones requieren un acceso directo al dispositivo y una manipulación más o menos avanzada de la configuración. Estas aplicaciones permiten rastrear prácticamente todo lo que está en el móvil, desde las fotos, las webs visitadas o las llamadas, hasta los chats e incluso grabar conversaciones o tomar fotos de forma remota. Los más avanzados permiten hasta tomar el control del móvil y bloquear determinadas llamadas, pero eso podría delatar el pinchazo.
Este tipo de herramientas se instalan de forma invisible en el móvil a vigilar y son monitorizadas mediante un panel de control externo. Suelen ir asociadas a un modelo de suscripción que puede rondar los 50 dólares al mes. Pero hay que tener en cuenta que en el contrato de uso queda bien claro que se deben respetar las leyes, y eso significa que solo en casos de teléfonos de empresa o de hijos menores o tutelados, este tipo de vigilancia puede considerarse legal. De hecho, el pasado mes de mayo fue detenido en Burgos un hombre de 23 años por espiar a su novia mediante una aplicación del móvil.
Además el uso de apps espías es un arma de doble filo. Amparados en que su uso bordea la legalidad, existen apps que son un timo y prometen prestaciones que después nunca funcionan, o lo que es peor, infectan con malware los terminales. No resulta fácil distinguirlas de las auténticas, pero un pequeño análisis de sus prestaciones, su precio y la opinión en los foros de Internet pueden ser de gran utilidad.
Pero no solo hay aplicaciones, en las tiendas de apps, que infectan con malware y software de espionaje nuestros dispositivos. También hay fabricantes de móviles que incluyen firmware infectado con programas espía que llegan directamente al usuario. La empresa alemana de seguridad G Data así lo desvela. El modelo N9500 del fabricante chino Star incrustaba este spyware que enviaba datos de los usuarios a los servidores en China y permitía la instalación de nuevas aplicaciones maliciosas. Los asequibles precios de los dispositivos que vienen de China hacen que sean muy atractivos para los usuarios, pero hay que estar siempre alerta de lo que estamos comprando.
¿Cómo saber si me están espiando?
Descubrir si nuestro móvil está ‘pinchado’ depende en gran medida de la habilidad o torpeza de quien quiera espiarnos. En los casos más avanzados puede ser absolutamente indetectable para un usuario común. Sin embargo eso cuesta dinero y tiempo, dos cosas poco habituales salvo en profesionales del tema.
Si tu móvil está siendo espiado, la batería puede gastarse antes Lo más probable es que se usen apps comerciales que pueden ser detectadas si observamos algunos puntos. Por ejemplo un mayor consumo de datos que puede provenir de la transmisión de información a sistema de vigilancia. También puede notarse una menor autonomía del móvil debido a un mayor consumo de energía de la app espía que está constantemente activa.
En cualquier caso, si se sospecha un posible pinchazo en el móvil existen apps como “Cathr” que por apenas dos dólares realiza un rastreo del sistema en busca de apps espías.
Medidas de precaución
Evitar ser espiado a través del móvil es algo tan sencillo o tan complicado como tomar unas medidas básicas de protección que sirven igualmente para reforzar nuestra seguridad en Internet. Eso sí, hay que dejar claro que no existe nada que evite al 100% la posibilidad de ser espiado -ya quisiera Angela Merkel-. Todo es una cuestión de saber quién pone más interés en su trabajo, el espía o el espiado.
Cosas tan sencillas como usar una contraseña medianamente compleja o no permitir el acceso al móvil a nadie sin estar presente, ya dificultan bastante el espionaje. Desactivar el módulo de geoposicionamiento en el móvil o no permitir el uso de apps inseguras también puede ayudar. Por último, no usar redes WiFi públicas poco seguras, o al menos no hacerlo siempre en las mismas o de forma habitual, también evita la captura de información sensible.
Si la paranoia nos ha invadido, conviene saber que las apps espías se llevan mal con el servicio de mensajería de los smartphones Blackberry o que son incapaces de rastrear SMS si son borrados inmediatamente después de ser recibidos. Y si de verdad hay algo que ocultar, un segundo móvil desechable es siempre una buena opción.
Fuente: 20 Minutos.