Perspectiva de riesgos de riesgos de COVID-19: un mapeo preliminar y sus implicaciones
Tradicionalmente, las pandemias han sufrido un ciclo de pánico y negligencia.
Los períodos tranquilos no ven ninguna acción, las advertencias tempranas de un brote tienden a ser respuesta significativa y la financiación son tardías y descoordinadas, y las valiosas lecciones de la crisis no están institucionalizadas. Sucesivas ediciones de The Global Risks Report han reconocido los desafíos riesgos relacionados con la enfermedad y trató de crear conciencia.
Destacando la necesidad de una mayor colaboración mundial, la edición de 2016 reconoció que la crisis del ébola “no sería la última epidemia grave el mundo se enfrenta” y que “los brotes de salud pública cada vez más complejo y desafiante”. La edición de 2018 hizo un balance de la lucha en curso para contener resistencia a los antimicrobianos, mientras que el informe de 2019 puso de relieve la creciente amenaza de amenazas biológicas fabricadas (liberadas deliberadamente o por accidente), en el contexto de un número creciente de brotes de enfermedades infecciosas.
El informe de 2020 contó con un capítulo sobre los sistemas de salud, señalaron debilidades fundamentales en la preparación para la pandemia en todo el mundo. La pandemia posterior ha puesto de relieve aún más la inversión más fundamental en salud y reveló la mayor inversión en otras prioridades socioeconómicas.
COMIENZA LA GRAN TRANSFORMACIÓN
Nunca en los tiempos modernos un evento tuvo un efecto tan amplio en el mundo, sus habitantes y sus ecosistemas. Después del Gran Bloqueo vendrá la Gran Transformación, una serie de cambios profundos a lo que ya se está describiendo como la “vieja normalidad”. A medida que el mundo está al borde del cambio, este es un momento crucial para que los líderes aprovechen la oportunidad de dar forma a una nueva normalidad mejor. Aceptar y simplemente navegar las consecuencias de los riesgos de interrupción a gran escala que resultan en un resultado más pobre, algunos dirían terrible.
Percepciones y percepciones
Los datos obtenidos de 347 analistas de riesgos del Foro Económico Mundial nos alertan de las consecuencias económicas, sociales, geopolíticas, tecnológicas y medioambientales. Más de tres meses después de que se extendiera la alarma por la pandemia de Covid-19 en el mundo, todavía estamos inmersos en miles de contagios diarios en el planeta, centenares de muertos y rebrotes en Europa, Latinoamérica y Australia, entre otros. Muchos de estos países todavía están sufriendo los estragos de una “primera ola” por haber confiado en la inmunidad de grupo, como es el caso de Suecia, o se enfrentan sin medios a una enfermedad a la que habían subestimado. Más de 120 países están bloqueados, en mayor o menor medida, para controlar el contagio y la economía del globo se ha visto afectada: 500 millones de personas corren el riesgo de caer en la pobreza. El informe anual del Foro Económico Mundial cita a 347 analistas que desgranan que aún nos queda lo peor: estos son los 31 riesgos a los que nos enfrentaremos los próximos 18 meses por culpa del coronavirus.
El informe, que deja claro que no quiere ser ningún tipo de “pronóstico” y cree que toda crisis, y en especial esta, “es una oportunidad única para dar forma a un mundo mejor, incorporar una mayor igualdad social y sostenibilidad en la recuperación, acelerando en lugar de retrasar el progreso hacia el 2030″. La clave está en la solidaridad generada a raíz de la pandemia, según los expertos eso nos permitirá, partiendo de sociedades más cohesionadas, “inclusivas e iguales”, implementar nuevos programas de estímulo “verde”.
Ø Los riesgos económicos encabezan las listas
El análisis se divide en tres “dimensiones”: los riesgos “más probables para el mundo”, los “más preocupantes para el mundo” y los “más preocupantes para las empresas”. “Dos terceras partes de los encuestados identificaron una prolongada recesión global” como la principal preocupación para las empresas, con quiebras y problemas en la industria y con serias dificultades para recuperarse y una “interrupción de las cadenas de suministro” como principales preocupaciones. El informe destaca que el coronavirus “ha disminuido la actividad económica, ha supuesto trillones de dólares en paquetes de respuesta y es probable que cause cambios estructurales en la economía mundial”. Como indicadores concretos alertan de “una acumulación de la deuda que sea una carga para los presupuestos gubernamentales y saldos corporativos durante muchos años”, cambiará la manera en la que se relacionan económicamente las naciones y las “emergentes” podrían no prosperar y “sumergirse en una crisis más profunda”. Todo esto provocará consecuencias sociales y tecnológicas que también analiza el informe.
Las consecuencias más probables
Estas son los 10 riesgos económicos y su importancia (#): #1 Recesión prolongada de la economía global (68,6%)
#2 Aumento de la bancarrota (grandes empresas y pymes) y una ola de consolidación de la industria (56,8%)
#3 Fracaso de las industrias o sectores en ciertos países para recuperarse adecuadamente (55,9%)
#4 Altos niveles de desempleo estructural (especialmente jóvenes) (49,3%)
#6 Debilitamiento de las posiciones fiscales en las principales economías (45,8%) #7 Interrupción prolongada de las cadenas de suministro mundiales (42,1%)
#8 Colapso económico de un mercado emergente o economía en desarrollo (38,0%) #16 Fuerte aumento de la inflación a nivel mundial (20,2%)
#20 Salidas masivas de capital y desaceleración de la inversión extranjera directa (17,9%)
#21 Fuerte falta de fondos para la jubilación debido a la devaluación de los fondos de pensiones (17,6%)
Ø Riesgos sociales
Para el 40% de los encuestados en el informe, las consecuencias sociales de la pandemia de coronavirus también están entre las más preocupantes. Aparte de los consabidos peligros para la salud pública, con contagios y bloqueos constantes, estas “paradas podrían tener efectos duraderos sobre personas y sociedades”. EL desempleo, acrecentar la desigualdad y consecuencias directas sobre el bienestar, son algunos de los riesgos más preocupantes según el 25% de los investigadores. También considera uno de cada tres que no hay que olvidar que el colapso económico del planeta está íntimamente relacionado con una más que posible crisis humanitaria de los “grupos vulnerables a sufrir los peores impactos”. Otros riesgos son para la “libertad personal” y las perspectivas “educativas y de riqueza” de la población más joven. El 21,3% de los analistas cree que la desigualdad social empeorará, mientras que el 16,4% predice que las redes nacionales de Seguridad Social podrían estar bajo presión.
Estas son los 9 riesgos sociales y su importancia (#):
#10 Otro brote global de Covid-19 o diferentes enfermedades infecciosas (30,8%) #13 Retención gubernamental de poderes de emergencia y / o erosión de las libertades civiles (23,3%)
#14 Exacerbación de problemas de salud mental (21,9%)
#15 Nuevo aumento de la desigualdad y las divisiones sociales (21,3%) #18 Ira con los líderes políticos y desconfianza del gobierno (18,4%)
#23 Capacidad debilitada o colapso de los sistemas nacionales de seguridad social (16,4%)
#24 La asistencia sanitaria se vuelve prohibitivamente costosa o ineficaz (14,7%) #26 Falla de los sistemas de educación y capacitación para adaptarse a una crisis prolongada (12,1%)
#30 Aumento del sentimiento anti-empresarial (3,2%)
Ø Riesgos Tecnológicos
La tecnología ha sido primordial para superar esta crisis sanitaria y reorganizar el entorno laboral de miles de empresas que han tenido que adaptarse con un estrecho margen de tiempo. Pero esta mayor “dependencia de la tecnología”, avisa el informe, “ha aumentado los riesgos de ciberseguridad”. Un 38% de los encuestados opina que el nuevo “patrón de trabajo” ha conducido a un aumento de los ataques por internet y fraudes de datos. La velocidad con la que ha habido que reaccionar también ha tenido sus propias derivas: fragmentación digital, violaciones de la privacidad y desigualdad. Videoconferencias, teletrabajo, telemedicina, venta online y entrega a domicilio son algunas de las características tecnológicas que han florecido entre los contagios y tendrá efectos directos sobre ciertas áreas y sectores a largo plazo. También ha aparecido un nuevo protagonista en la escena pandémica: medidas adoptadas por los gobiernos para contener y rastrear los contagios. “En Hong Kong, algunos residentes que se creen sospechosos de contagio están obligados a usar una pulsera vinculada a una aplicación de teléfono inteligente que alerta a las autoridades so abandonan su lugar de cuarentena”, explica el informe. Estamos pues, ante un desafío a la privacidad de la persona y si sacrificarla en aras de la seguridad.
Estos son los 4 riesgos tecnológicos y su importancia (#):
#9 Ciberataques y fraude de datos debido a un cambio sostenido en los patrones de trabajo (37,8%)
#11 Desempleo adicional debido a la automatización acelerada de la fuerza laboral (24,8%)
#25 Adopción abrupta y regulación de tecnologías (p. ej., votación electrónica, telemedicina, vigilancia) (13,8%)
#28 Desglose de la infraestructura y redes de TI (6,9%)
Ø Riesgos geopolíticos
Restricciones adicionales en los movimientos comerciales y de viaje son preocupantes riesgos para el 48.7% de los analistas de riesgo. Con la previsión de que el comercio mundial podría caer bruscamente en un 13-32%, y que la inversión extranjera directa (IED) disminuya en un 30-40% adicional en 2020, podría empeorar la situación en los enclaves en conflicto.
Estos son los 6 riesgos geopolíticos y su importancia (#):
#5 Restricciones más estrictas sobre el movimiento transfronterizo de personas y mercancías (48,8%)
#12 Explotación de la crisis COVID-19 para ventaja geopolítica (24,2%)
#17 Crisis humanitarias exacerbadas por la reducción de la ayuda exterior (19,6%) #22 Nacionalización de industrias estratégicas en ciertos países (17,0%)
#27 Falta de apoyo e inversión en organizaciones multilaterales para la respuesta a la crisis mundial (7.8%)
#31 Exacerbación de conflictos militares de larga data (2,3%)
Ø Riesgos medioambientales
Por último, pero no menos importante, COVID-19 también está deteniendo o ralentizando el progreso en la acción climática. Si bien se pudieron observar caídas iniciales en la contaminación y las emisiones debido al bloqueo, algunos estiman que podría haber un fuerte efecto de recuperación en el medio ambiente a medida que las economías se reinician. Si la economía y la sanidad se ponen como puntales de las preocupaciones mundiales, los avances en sostenibilidad medioambiental pueden quedar en un segundo plano. El 18% de los expertos identificaron una falta de inversión para acciones relacionadas con el clima y el Cambio Climático. Además, la economía mundial corre el riesgo de obstaculizar la transición climática resistente al carbono que se había instalado metas en los años futuros: “Años de progreso podría perderse por la falta de inversión en adaptación de infraestructura, retiros de compromisos anteriores y un activismo más débil”. Según el informe” esto daría paso a un vicioso ciclo de degradación ambiental continua, pérdida de biodiversidad y más brotes de enfermedades infecciosas zoonóticas (que pasan de animales a personas).
Estos son los 2 riesgos medioambientales y su importancia (#):
#19 Mayor riesgo de no invertir lo suficiente en resiliencia climática y adaptación (18,2%)
#29 Fuerte erosión de los esfuerzos mundiales de descarbonización (4,6%)
OPORTUNIDADES NO PRONÓSTICOS
Pero no tiene por qué ser así. El mundo está en un precipicio, pero una acción decisiva y audaz podría traerlo de vuelta del borde. En esta etapa, es difícil imaginar, e incluso identificar, los muchos signos positivos que surgen de la pandemia, y con ellos las oportunidades correspondientes. Existe un nuevo entendimiento y aprecio por los servicios públicos esenciales, especialmente la salud, pero también la educación, la atención y las redes de seguridad social. La solidaridad y la compasión que los individuos se han mostrado son un buen augurio para el grado de colaboración que se necesitará entre la sociedad civil y los sectores público y privado para lograr un cambio positivo. El cambio de comportamiento resultante de los bloqueos generalizados sugiere apoyo e interés en hábitos de consumo y movilidad más sostenibles. Esto, junto con la implementación de programas de estímulo ecológico, tiene el potencial de cambiar fundamentalmente y positivamente la forma en que operan las industrias, las economías y las sociedades. Los modelos operativos más sostenibles y digitales atraen a las empresas, mientras que un período prolongado de tareas y educación en el hogar ha proporcionado una idea de los beneficios que ofrecen las formas de aprendizaje, trabajo y producción mejoradas tecnológicamente, desde la telemedicina y la logística hasta la economía del conocimiento. La historia muestra que las pandemias pueden conducir a un renacimiento en el arte y el pensamiento, y en el siglo XXI esto apunta a una nueva era para la innovación, el crecimiento y la mejora de la gobernanza tecnológica al servicio de los objetivos sociales y medioambientales.
Fuente: CARLOS A BOSHELL NORMAN