La evasión tributaria en Colombia se ha estimado en 28 billones de pesos, mientras que el recaudo en las aduanas se ve afectado porque el contrabando mete cada año al país 6.000 millones de dólares.
En contraste, el país tuvo que hacer una reforma tributaria para cubrir un hueco fiscal de 12,5 billones de pesos este año, que seguramente será más grande en los siguientes años.
El fraude contra el sistema tributario y aduanero está a la orden del día, con estrategias que cada vez se sofistican más.
La tentación de hacerle conejo al fisco no es solo de los sectores informales. También quienes pagan impuestos hacen sus maniobras para aportar menos de lo que les corresponde.
Eso es lo que se desprende de las estadísticas de la dirección de fiscalización de la Dian, según las cuales las faltas que más cometen los contribuyentes y por las que más impone sanciones la entidad recaudadora son cuatro en materia tributaria y cuatro en el ítem aduanero.
El momento de hacer la declaración de renta es uno de los que más se aprovecha, pues la “omisión de ingresos” encabeza la lista de faltas tributarias. De ahí en adelante hay un sinnúmero de artimañas, que según la Dian incluyen, por ejemplo, “inexactitud en las declaraciones”, que a veces se sustentan como olvidos, cuando en realidad hacen parte de la llamada contabilidad al revés, es decir, cuando el contribuyente escoge la cifra que le pagará a la Dian y, a partir de allí, empieza a sumar gastos hasta llegar a la cifra deseada.
La tercera falta en el paquete de infracciones tributarias se relaciona con la solicitud de devoluciones improcedentes.
Por esta vía, tras el destape del desfalco a la Dian, hace un par de años se conoció que el llamado cartel de las devoluciones de IVA solicitaba recursos por 12 billones de pesos al año.
La cuarta falta frecuente, en materia tributaria, es la de la no entrega de la información exógena, es decir, la que le permite a la Dian corroborar los gastos reales que tuvo el contribuyente y que está presentando para bajarse los impuestos.
Aduanas, hueco hondo
Según la Dirección de Fiscalización, las faltas más frecuentes en esta materia son “inexactitud en los datos consignados en las declaraciones de importación”.
Por ejemplo, se ingresan al país un millón de prendas, pero solo se declaran 500.000. Muchos de los ligados al comercio “declaran con una base gravable inferior al valor que corresponde”; o no suministran información o pruebas que permitan determinar el valor de las mercancías en la aduana y, muchas veces, hasta facilitan el lavado de activos.
Tras muchas de estas faltas está el contrabando, fenómeno que tiene diversos rostros y que, según el exdirector de la Dian Horacio Ayala, es difícil de controlar porque “su gran problema es la corrupción”.
Ayala destacó que “hay muchas leyes que se prestan para fomentarlo; hay dificultades para controlarlo, por la complejidad de las normas y la falta de tecnificación de las aduanas”.
Agregó que el país requiere una fuerza más allá de la Polfa (Policía Fiscal Aduanera), porque el contrabando se ha convertido en toda una ‘industria’ ligada a temas complejos, como el lavado de activos y organizaciones criminales.
Fuente: Eltiempo
