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Los drones, con precios desde US$200, se usan en recreación, seguridad y agricultura

Este año se venderán más de un millón de drones no militares con precios que van desde US$200 a US$40.000, con lo que los ingresos totales de esta industria ascenderán entre US$200 millones y US$400 millones, según un estudio de Deloitte para 2015.

Los drones se clasifican en dos grandes grupos, los de uso militar y los de uso civil. Los primeros oscilan entre los US$80.000 hasta lo que este permitido en los presupuestos estatales de cada país para investigación, mientras los del segundo grupo, aunque pueden llegar a tener costos elevados, se pueden adquirir en las grandes superficies, afirma Sebastián Moreno, experto en drones de Heliboss.

En cuanto a los usos, los militares están destinados a temas de seguridad y monitoreo, mineras que los de uso civil van a actividades recreacionales y en algunos casos se han utilizado para el control de las cosechas en el sector agrícola.

Ahora bien, lo que se conoce como drones, tienen una denominación especifica, Vant, vehículos aéreos no tripulados. Estos a su vez están clasificados por modelos. El más básico, tiene un precio de entre US$300 y US$500 disponen de cuatro rotores, un alcance bajo control directo de hasta cincuenta metros, y pueden volar hasta 20 minutos con una batería de larga duración por al menos 15 kilómetros, tienen una cámara básica incorporada y normalmente se controlan mediante una aplicación en el smartphone.

Los de gama media cuestan US$750 en promedio estos cuentan con otros dos rotores y un alcance de hasta un kilómetro. Los de gama alta, valen más US$10.000 y pueden permanecer hasta por una hora en vuelo.

Según Nelson Valero, socio líder de Deloitte, “el mercado de Vant se ha beneficiado a lo largo de la última década del auge de la demanda en el sector de la electrónica de consumo, especialmente a nivel de aficionado. Por ejemplo, uno de los principales atractivos de los drones es su capacidad para captar imágenes de vídeo en alta definición”.

Fernando Escobar, gerente de Advector, empresa colombiana de drones, comentó que estos aparatos pueden causar accidentes incluso si es manejado por un piloto experimentado. Por este hecho la Aeronáutica Civil, en cabeza de Gustavo Lenis, asegura que “están estudiando una nueva normatividad, sin embargo, los drones actualmente tienen una prohibición expresa de volar sobre zonas densamente pobladas como las ciudades, y obviamente sobre el cono de aproximación y todo el espacio aéreo del aeropuerto, la regulación es similar a la del aeromodelismo”.

Como asegura Lenis, el tema de drones aún es complejo y desconocido, pero tiene el potencial de transformar la industria.

Cómo se cambia la industria y los servicios
Las previsiones de Deloitte revelan cómo cada vez es más amplia la gama de contextos profesionales en los que se usan los drones. Algunas de las funciones que prestan son de observación, transporte, vigilancia de cultivos y visita de campos. “Los ganaderos pueden realizar búsquedas aéreas de los animales perdidos o incluso pastoreo. La policía y los equipos de rescate pueden utilizarlos para complementar misiones de búsqueda y rescate, especialmente utilizando cámaras de infrarrojos, así mismo los geólogos pueden utilizarlos para elaborar mapas de territorios inexplorados o para buscar petróleo. También se pueden usar para distribuir medicamentos en lugares apartados”, dice el estudio.

Fuente: Larepublica