Integridad y consistencia: claves en el factor humano que garanticen la cultura en seguridad
Preparando la clase de Ética, reafirme varios temas vitales en el comportamiento y desarrollo del ser humano en sociedad, que al trasladarlo al sector empresarial en los aspectos que tienen que ver con la Conciencia de Seguridad (especialmente) que nos lleve a una Cultura real de Seguridad, y nos hemos referido en publicaciones anteriores a las actividades de educación, formación y entrenamiento son vitales a la hora de estructurar al colaborador en las tareas de prevención, sin embargo también depende en gran medida en los principios, valores y la ética que aportaran en conseguir la meta propuesta.
Entre uno de los temas que reafirme les comparto que durante estos 36 años acompañando estos procesos de seguridad y analizando al ser como factor vital del riesgo, la búsqueda de los valores en los aspirantes y colaboradores son una tarea poco desarrolladas en los procesos de reclutamiento y selección, se los dejan en muchas ocasiones a pruebas que ni siquiera coinciden con los valores que encontramos en la plataforma estratégica de las organizaciones y se espera que en el desarrollo del tiempo y sus tareas los desarrollen o los reafirmen, pero la realidad no pasa de ser una quimera que lo podemos confirmar al preguntarles a las personas que conforman la alta dirección cuales son los valores de su empresa y como los llevan a su tarea diaria, para darnos cuenta que ni los conocen en muchas ocasiones.
También reafirmo otro tema que tiene que ver con los valores que asumen las empresas y organizaciones en su plataforma estratégica y me quiero referir al primer valor que se desarrollan en los claustros policiales y militares, que al revisarlos sería bueno que en su proporción se tuvieran en cuenta en el sector privado y otras organizaciones públicas, este valor es la Mística Castrense, entendida como una filosofía de vida del Policía y del Militar que le induce a dar todo por su patria, saber que ellos son los que tienen el deber de sacrificarse conscientemente por defender no solo su territorio, sino todo lo que significa hacerlo. Su entrega como ejemplo para las generaciones que le siguen. Desde el momento que le enseñan a portar un uniforme, aprender, comprender y proclamar himnos, oraciones, códigos entre otros, pero sobre todo a valorar su cargo y su misión.
Cuando buscamos colaboradores confiables, los encontramos a partir de la credibilidad, a su vez depende de otros factores como la visibilidad, las recomendaciones u ofrecer muestras de lo que dices que haces, pero también está muy relacionado con la consistencia.
La integridad
Al referirnos de los valores, que lo hace especial de los demás, por lo general se escoge aquel que le parece más afín o del que tiene mucho aún que aprender.
Cuando nos comunicamos, nuestras palabras reflejan mucho de quiénes somos o quiénes estamos siendo. La integridad, como cualidad personal, se refiere a la total o amplia gama de aptitudes poseídas, es una característica en el hombre. Una persona íntegra es aquella que siempre hace lo correcto, hacer todo aquello que consideramos bien para nosotros y que no afecte los intereses de las demás personas.
Integridad se traduce como honesto, respeto por los demás, directo, apropiado, responsable, control emocional, respeto por sí mismo, puntualidad, lealtad, pulcro, disciplinado y firmeza en sus acciones. En general, es alguien en quien se puede confiar.
Integridad es retomar el camino de nuestra verdad, es hacer lo correcto, por las razones correctas, del modo correcto.
Desde el punto de vista ético, sería la manera de manejarse coherentemente con los valores personales, corporativos y compartidos con la comunidad a la que se pertenece. La integridad está basada en la confianza, y significa altos valores éticos, es lo que la persona es; es el resultado de un líder con autodisciplina y honestidad, un requisito previo para el éxito personal.
Las personas que tienen integridad desarrollan confianza en sus relaciones con los demás, son valorados como amigos, colegas, mentores y líderes. Las personas integras son capaces de equilibrar el respeto, la responsabilidad, de compartir sus valores con los demás. La clave está en poder mantener la integridad es la capacidad de actuar, no en interés propio sino en el interés de los demás.
Un líder que valora y modela con éxito la integridad, se beneficia al tener empleados motivados y leales, lo que resulta en un mayor rendimiento, especialmente durante los tiempos difíciles. La integridad significa que el comportamiento de una persona es coherente con los valores propugnados y que esa persona es honesta y digna de confianza.
La consistencia
Se puede considerar como vital, esencial e irremplazable, no hay otra característica que pueda reemplazar la consistencia.
Ser consistente en lo que te propongas es el primer paso para el éxito, si no eres consistente a la hora de perseguir un objetivo no tendrás posibilidades de conseguir lo que quieres.
Su importancia radica en que es la única manera de conseguir lo que quieres, aunque es cierto que hay otros componentes importantes que hay que saber, la consistencia es uno de ellos.
También importante cuando se habla de credibilidad, las personas consistentes tienen mayor credibilidad, que las personas que presentan menos consistencia. Cuando mantenemos un comportamiento y una forma de hacer las cosas regular, coherente, consistente, conseguimos que los asociados de negocio tengan claro cómo es nuestra posición, aunque esto puede llegar a ser rutinario puede convertirse en algo muy valioso.
La consistencia nos hace fiable y nos ahorra involucrarnos en muchos problemas, precisamente porque las relaciones se basan en saber lo que puedes esperar de algo o de alguien; un ejemplo podríamos encontrarlo en no recibir invitaciones, regalos, dadivas, etc., cuya intención sea proponerlo actos irregulares o ilegales, se abstendrían de proponerlos.
La consistencia está relacionada directamente con los valores, ser coherente teniendo claro lo fundamental, los lineamientos, los valores y la ética. Ser coherente no implica ser perfecto, se trata de desarrollar una forma de vivir y de actuar que no tenga demasiados altibajos.
Es importante tener objetivos claros porque vas a tener presiones e influencias de todo tipo y por todas partes. Es fundamental no dejarse arrastrar por la última tendencia simplemente porque todo el mundo se sube al carro.
Cultura de Seguridad
Desarrollar e integrar una cultura de seguridad dentro de nuestra organización es uno de los objetivos más complejos de alcanzar.
En primer lugar, porque su aplicación requiere de unos plazos de tiempo amplios y de acciones continuadas en el tiempo; en segundo lugar, y mucho más importante, porque hablamos de personas.
Conseguir que nuestros colaboradores interioricen en sus quehaceres cotidianos una manera de trabajar que garantice que las cosas se hacen bien en materia de seguridad no es una tarea sencilla.
Habitualmente los colaboradores ven las actividades de seguridad que desarrollamos en nuestras organizaciones como una complicación o molestia. La percepción que tienen es que la seguridad es incómoda y dificulta sus actividades cotidianas imponiendo limitaciones.
Es necesario revertir esa visión negativa y abordar las acciones necesarias para conseguir crear una auténtica cultura de la seguridad dentro de nuestra empresa basándose en el desarrollo de los valores corporativos, el hacer lo correcto, aunque nadie nos esté observando, manteniendo esta conducta permanentemente.
Fuente: Comparte Carlos Alfonso Boshell Norman