Demasiado-obvio
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Impacto de lo Obvio en la Gestión del Riesgo y la Seguridad.

En las últimas semanas, mientras adelantábamos la Catedra de INVESTIGACIÓN EN SEGURIDAD, en el módulo correspondiente a INVESTIGACIÓN DE LOS RIESGOS, enfocándonos en el objetivo de dicha investigación, que nos debe llevar a la “comprensión y entendimiento precisamente de los riesgos”, mediante tres ejes a desarrollar como son la “estimación de las amenazas múltiples, la estimación de la vulnerabilidad y la estimación de las capacidades para la gestión del riesgo”, con todas su líneas de investigación aplicadas (que abordaremos en otro documento posterior al detalle), compartíamos con los futuros “especialistas en la administración de la seguridad”, los diferentes factores y fuentes de los riesgos, términos, eventos, entre otros, y al describirlos había una palabra que se repetía y era “OBVIO”, y tratando de entender cuando decimos que algo es obvio, queremos decir que se trata de algo evidente, claro, fácilmente comprensible, que no amerita mayores explicaciones y que, por lo tanto, es conocido por todos o es un asunto superficial. Sin embargo, no siempre lo “obvio es tan obvio”, por ejemplo, se planteó el interrogante “¿Qué es la Seguridad?”, y lo que se supondría que sería una respuesta clara y fácil, por el contrario, nos dimos cuenta que existen multiplicidad de explicaciones que nos lleva a concluir que no es un asunto tan obvio.
Las cosas obvias u obviedades son aquellas que se encuentran delante de los ojos, que no requieren de un esfuerzo para ser comprendidas. Esto aplica para cualquier tipo de referente, como puede ser una “respuesta obvia”, es decir, la que daría cualquiera; una “estrategia muy obvia”, esto es, que cualquiera podría divisar y descifrar. En múltiples ocasiones cuando nos encontramos administrando los riesgos en las instituciones y empresas, sin darnos cuenta, este tipo de situaciones en muchas ocasiones dejamos de aplicarles una gestión del riesgo adecuada, ni hablar de los controles eficaces, percibimos una falsa seguridad que termina llevándonos en un círculo vicioso que nos lleva a enredarnos la vida cuando un
evento se materializa. Muchos lo conocen como el síndrome de lo obvio que pueda llevarnos a un mínimo esfuerzo o dificultad.
En repetidas ocasiones los ADMINISTRADORES DE RIESGOS/LA SEGURIDAD nos apoyamos en ideas o hechos que no conocemos, los damos por obvios y no tenemos en cuenta que sus contextos pueden ser muy diferentes a los que les atribuimos y ello genera una confusión en el momento de la toma de decisiones en un proceso de Gestión de Riesgos. Existen múltiples factores que contribuyen al cultivo de las amenazas y peligros de lo obvio, entre los que se cuentan el temor, el orgullo, el principio del etcétera, lo lógico, lo que se supone y lo evidente. Esta larga lista de puntos críticos genera el factor de riesgo de administrar bajo la teoría de lo obvio, que debe llevar a una planeación para corregir muchas de las cosas que diariamente realizamos.
Si bien los administradores tradicionales conciben la comunicación en la organización como algo que se presenta de manera “obvia” una vez se establecen los procedimientos lo cierto es que hacen correr a la organización un riesgo enorme desconociendo o menospreciando la invaluable importancia de la interacción comunicativa en la organización. En este contexto, debemos reconocer que lo obvio muchas veces parte de una falta de COMUNICACIÓN ADECUADA que por lo general impacta principalmente en las actividades de la gestión riego y en la seguridad. ¿Cuántas veces omitimos información o pequeños detalles para la realización de una tarea por considerar que su misma situación la hace de lógica su realización? Este sentido de lo “lógico” no genera otra cosa que una obstrucción de información para realizar correctamente los procesos, reducir errores y muchas veces riesgos. Las personas se apoyan en ideas o hechos que no conocemos, los dan por obvios y no tienen en cuenta que sus contextos pueden ser muy diferentes a los que les atribuimos. El compartir información de forma desinteresada debe presentarse de manera natural, al fin y al cabo, lo que para usted es obvio para otro puede ser una perfecta novedad, hay que tener en cuenta que no todos los seres humanos estamos sometidos a los mismos flujos de información que nos brinda la capacitación o la misma experiencia. Las dificultades en los equipos de GESTIÓN DE RIESGOS, DE SEGURIDAD, DE CONTINUIDAD DEL NEGOCIO, entre otros, surgen cuando esperamos que los demás adivinen nuestro pensamiento y que de ese modo lleguen a saber lo que deseamos que hagan. Se obvia INFORMACIÓN fundamental (la brecha), porque creemos que estamos
perdiendo el tiempo, cuando en realidad perderemos más tiempo solucionando el problema que generó nuestra falta de suministro de INFORMACIÓN.

Un buen artículo escrito por Julio Aguilera denominado “Como evitar lo Obvio en las empresas” nos indica que los factores que cultivan los peligros de lo obvio:

    • El Temor: Este factor es uno de los más comunes, por temor a preguntar, hacer el ridículo y a ser menospreciados por la otra persona que suministra la información, no verificamos la instrucción por creer que si preguntamos nos calificarán como estúpidos, o incompetentes.
    • El Orgullo: Considerar que, si preguntamos, nuestros compañeros de trabajo pueden llevarse una mala imagen, o perderemos credibilidad.

    • El Principio del Etcétera: Uno de los enemigos fundamentales en las comunicaciones de una gestión del riesgo es cerrar las condiciones y requerimientos con un “etcétera”.

    • Lo Lógico: Aparece a partir del contexto, creemos que es deducible a partir de un contexto la actividad que debe realizarse y omitimos información que asegura el éxito de la gestión del riesgo.

    • Lo Evidente: Surge a partir de la construcción del lenguaje, creemos que el otro es capaz de leernos el pensamiento y que comparte con una sinergia del 100% el sentido de nuestro requerimiento.

    • Lo Que Se Supone: Suponer, es dar demasiado campo al malentendido e incluso es una excelente oportunidad para el surgimiento de la materialización de un riesgo, no podemos esperar a que quien se comunica con nosotros desarrolle esa “frecuencia psíquica” necesaria para interpretar acertadamente las cosas que hemos omitido en nuestro lenguaje.

Como líderes debemos trabajar en controlar lo obvio en las organizaciones para que termine convirtiéndose en una amenaza:

  1. Motive la comunicación: Cree el contexto del mensaje, aporte información explícita que el oyente no posea, no se puede olvidar que el factor que dinamiza la organización es la información que reduce la incertidumbre y facilita la toma de decisiones.
  2. Haga preguntas: Cerciórese, retroaliméntese, venza el miedo a hacer “preguntas estúpidas” y dele al otro la oportunidad de preguntar.
  3. Ejemplifique: Dar ejemplos brindará contexto a lo que usted requiere.
  4. Capacite en habilidades comunicativas: Fortalecer la comunicación, fortalecerá además sus procesos de coordinación.
  5. Evalué las competencias de comunicación: Seleccionar personal hábil para expresarse no solo apoyará sus procesos de interacción, también será el soporte clave para los ejercicios de innovación.

Conclusiones.

Muchas de las fallas de la gestión del riego y la seguridad que se presentan en las organizaciones están dadas por suministrar información insuficiente para el cumplimiento de las tareas, por considerar que tal INFORMACIÓN es obvia, lógica, elemental o simplemente “evidente”. En repetidas ocasiones los Administradores de Riesgos y de la Seguridad nos centramos en los procedimientos que fueron
planeados para lograr un OBJETIVO, olvidándonos del OBJETIVO mismo. Eliminar el síndrome de lo obvio le permitirá a la organización reducir conflictos, mantener un buen ambiente de trabajo y disminuir los errores generados por incomprensión de instrucciones. Ahorrando tiempo y recursos de la organización.

Fuente: CARLOS ALFONSO BOSHELL NORMAN.

impacto de lo obvio en la gestión del riesgo y la seguridad