Hurtos a Viviendas: ¿Su casa está segura ante un intento de robo? Estos son los errores más comunes
Los delincuentes aprovecharon que la casa se encontraba sola para acceder a ella por la puerta trasera, luego de violentarla con herramientas precisas para dicha labor e ingresar sin hacer mucho ruido, hurtaron la suma de 800 dólares en efectivo, prendas de valor y joyas.
Este hecho es solo uno de los 20.275 denunciados que se han registrado hasta el 6 de septiembre de este año según registro del Grupo de Información de criminalidad de la Policía Nacional.
Durante el 2021, las autoridades recibieron 33.306 denuncias por hurto de viviendas. La Encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Dane indica que este delito no disminuye, pues en el periodo del 2020 el 1,7 por ciento de los hogares reportaron haber sufrido este hecho, mientras que en 2019 fue del 1,8.
Entre el 2012 y lo que va del año 2022, 335.984 viviendas han sido blanco de hurtos. La cifra ha venido en aumento, pues en el 2012 se registraron 22.349 casos y en ese lapso de tiempo se han logrado topes de casi 40.000.
Los años con más casos son: 2017 (46.550), 2018 (47.373) y 2019 ( 46.465).
No obstante, hasta el 6 de septiembre del 2021, autoridades habían registrado 22.528 denuncias, es decir, 2.253 casos más que los registrados hasta el momento. Esto podría indicar una leve disminución.
De acuerdo con el experto en seguridad Carlos Alfonso Boshell Norman, en el país hace falta mucho trabajo en materia de prevención para que las familias puedan estar más seguras en sus viviendas.
¿Qué busca el ladrón?
Boshell Norman hace un llamado a la comunidad para que haga uso de la asesoría de personal capacitado en prevención y seguridad en viviendas, puede ser a través de la policía o también convocar a capacitaciones en barrios y unidades residenciales con expertos en el manejo de seguridad privada.
“Este delito lo cometen principalmente bandas –explica Boshell Norman–. No es un delito que ocurra de un momento a otro, es muy raro, tiene que ser que el ladrón vio una ventana de oportunidad para entrar y salir rápido. Principalmente se trata de bandas que planifican muy bien los tiempos”.
Para un delincuente lo más importante siempre será no ser descubierto, por eso lo primero que analiza es la seguridad física de la vivienda.
La debilidad –explica el experto– siempre está en los controles de acceso. Los ladrones revisan las entradas por la terraza, las ventanas, ingresos a parqueaderos y el patio. Lo principal es mantener estos accesos restringidos, puede ser con chapas de vuelta sencilla y asegurar bien las entradas.
“El problema que tenemos –advierte Boshell– es que creemos que solo son puertas y ventanas, pero debemos ver cómo está la casa, como una caja, porque por el techo se puede subir y meter sin problema, siempre buscan es por dónde entrar y salir más fácil”.
“El experto sostiene que el robo a una residencia no requiere más de 30 minutos”
En un alto porcentaje, el hurto a residencias se caracteriza porque el ladrón busca tener la vivienda sola.
El experto sostiene que el robo a una residencia no requiere más de 30 minutos; es más, el asalto está preparado para realizarse en cinco minutos, pues es algo que se prepara luego de días de evaluación.
En cuanto a tiempo, es muy diferente cuando las bandas van a someter a los habitantes de las viviendas, pues en este caso ya se pueden tomar el demorar lo necesario si buscan algo específico.
¿Qué viviendas son más vulnerables?
Estadísticas del Dane indican que en el 2019 la casa fue el tipo de vivienda con el más alto porcentaje de casos de hurto con un 64 por ciento, mientras que en apartamentos fue del 34 por ciento.
Boshell Norman asegura que se es más vulnerable cuando se trata de residencias que se encuentran por fuera de una copropiedad, lo cual puede sonar obvio, aunque también tiene matices.
“Hay una debilidad muy grande en las copropiedades y es que se están contratando empresas que no tienen ningún conocimiento en seguridad –advierte el experto–. Creen que un vigilante es solo el señor que abre y cierra la puerta, y no es así”.
Luego de hurtos en copropiedades, se ha revelado que la empresa que se contrató para seguridad era una organización de conserjería, lo cual ha generado enfrentamientos, pues una empresa de seguridad debe responder.
Por otro lado, también suelen ser blanco fácil de ataque las viviendas con parqueadero, pues suelen ser las puertas más demoradas en cerrar, lo cual le brinda al delincuente una ventana de oportunidad más amplia.
“La especialidad del delincuente que va a la vivienda es esa, entrar a la casa –asegura Boshell–. Muchos se preocupan o creen que va a entrar por el parqueadero para llevarse el carro, pero no, porque un carro puede tener posicionamiento satelital y eso da pie a que lo encuentren”.
Aparte de la vulnerabilidad, también se trata de falta de cultura de seguridad en la vivienda. El experto asegura que a través de redes sociales se suelen difundir fotos que dan cuenta de cómo es el interior de la casa, lo cual es un factor de riesgo.
También se debe ser cauto con la información que se entrega a personas que no habitan la vivienda. Pues se suele hablar de cajas de seguridad y pertenencias de manera muy fácil.
“Hace falta mucha cultura de la prevención. Muchas personas llegan a la casa y dejan las puertas abiertas por saludar o hacer algo más. No se debe hacer eso, al entrar siempre hay que asegurar las puertas, el ladrón siempre está a la espera”, dice el experto.
¿Qué atrae más a los delincuentes?
El 27,1 por ciento de los hurtos a residencias se registran entre la medianoche y las 6 de la mañana, según registros del Dane.
Carlos Boshell aclara que los delincuentes buscan, con mayor frecuencia, el hurto de tecnología. Es decir, principalmente, al ingresar a una vivienda, los ladrones se llevarán celulares, computadoras -especialmente portátiles-, tablets, consolas de videojuegos y cámaras fotográficas.
“Lo denominamos: el ‘Pescador’, que es un delincuente que entra y va agarrando lo que encuentra -explica-. Pero principalmente van siempre por joyas y dinero. Cuando la casa está revolcada es porque fueron a buscar eso especialmente”.
El experto asegura que el Estado no vigila de manera fuerte el mercado que se mueve en los centros de las ciudades, pues son estos lugares donde se reciben aparatos tecnológicos que son hurtados de las residencias.
En cuanto a joyas, dependiendo del valor, se sabe que casi de manera frecuente salen del país, pues en los aeropuertos nunca se piden recibos que comprueben si son de quien las lleva.
Lo último que un delincuente se llevaría de una vivienda son electrodomésticos, pues son los objetos que más pesan y no es lo que quiere.
“Otro factor que le da cabida al hurto a residencias es la política criminal que tampoco está ayudando –reflexiona Boshell Norman–. Hay delitos que por cuantía son menores y, muchas veces, no llevan una condena fuerte. La política criminal debe endurecer las penas y buscar objetivos como receptadores, que en este momento reciben todos esos productos que se hurtan”.
Fuente: El Tiempo