Seguridad Privada

EL papel de la seguridad privada en nuestra sociedad.

La seguridad es un estado que toda persona busca en su convivencia con el entorno y sociedad que le rodea. El ciudadano busca poder vivir y convivir con tranquilidad y con garantías de que su entorno más cercano (familia) y su propiedad no sea atacada o violentada. Una gran parte de esta seguridad nos la da la administración a través de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Pero la seguridad total sabemos que es imposible que la podamos tener, una sociedad con inseguridad “cero”, por desgracia, es imposible que exista. Como se suele decir, no podemos tener un policía en cada esquina y por lo tanto siempre existe la probabilidad de que podamos ser víctimas de algún tipo de delito. Es aquí donde entra en escena la seguridad privada.

Con la seguridad privada tampoco vamos a conseguir el cien por cien de seguridad de nuestro entorno, pero si que conseguiremos mejorar y reducir la probabilidad de sufrir un delito hacia nuestra persona, nuestro entorno familiar y nuestra propiedad. Es evidente que, y más en democracia, el sector de la seguridad privada ha de estar regulado por ley (en España por la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada) y sometida a unos controles y supervisión por parte de la Administración. Pero precisamente este sometimiento a la ley y el control que sobre ella hace la administración, ha de ser y es una garantía de calidad y buen servicio que ofrece el sector de la seguridad privada en nuestro país. Además, es un sector con  un alto porcentaje de creación de puestos de trabajo: en España hay algo más de 1.500 empresas de seguridad privada, en la que trabajan más de 330.000 personas (de este número, unos 110.000 son vigilantes de seguridad). Por lo tanto es un sector sobre el que hay que legislar y controlar, pero también al que hay que ayudar por dos motivos importantes: uno, por ser un sector que ayuda a crear empleo; y otro, porque ayuda a mejorar la seguridad del entorno privado de las personas que contratan sus servicios.

Puede existir la idea equivocada que la contratación de la seguridad privada solo es un servicio privilegiado para aquellos que tienen una mejor posición económica, pero es un concepto equivocado. Si es verdad que hay personas que por su posición social y/o económica contratan un servicio de seguridad privada más personalizado y más completo como puede ser el caso de deportistas de élite o de grandes empresarios; pero hay que recordar que este servicio está contratado, no va en detrimento de la seguridad del resto de la sociedad. Pero no sólo este perfil de personas son los usuarios de la seguridad privada, si hacemos un listado rápido de los servicios que realizan vemos que la seguridad privada está más cerca de nuestra realidad de lo que pensamos:

  • alarmas y/o cámaras en casas y viviendas particulares;
  • alarmas y/o cámaras en pequeños comercios;
  • alarmas, cámaras y vigilantes de seguridad en grandes superficies comerciales;
  • cámaras y vigilantes de seguridad en equipamientos y eventos deportivos;
  • vigilantes de seguridad en todo tipo de celebración: conciertos, fiestas populares, actos públicos etc…;
  • cámaras y vigilantes de seguridad en muchos edificios públicos de todas las administraciones;
  • alarmas, cámaras y vigilantes de seguridad en muchos edificios y zonas privadas, ya sean de empresas, polígonos industriales, oficinas de negocios o bloques o urbanizaciones de viviendas particulares;
  • cámaras y vigilantes de seguridad en instalaciones de transporte público como en el metro o en las instalaciones del tren;
  • en situaciones de alto riesgo, pueden ser un complemento de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por ejemplo en una final de un campeonato de fútbol, mientras la policía vela para que el dispositivo de seguridad de buen resultado, por la seguridad del entorno y vigila la zona; los vigilantes de seguridad pueden hacer el control de accesos al recinto deportivo;
  • transporte seguro de dinero y artículos de gran valor;
  • etc…

Y hay recordar y reconocer el papel que tuvo la seguridad privada haciendo de escoltas de muchas personas, especialmente en el País Vasco, que estaban amenazadas por la banda terrorista ETA.

En qué nos ayuda a mejorar nuestro entorno la seguridad privada:

  • mejora de la prevención del delito y de la seguridad de nuestra familia, propiedad y/o negocio; por lo tanto nos hace menos vulnerables ante el hecho delictivo (seguridad objetiva): un edifico con cámara de seguridad o alarma es menos apetecible para el delincuente y que otro que no tiene ningún sistema de seguridad;
  • y mejora nuestra sensación de bienestar y tranquilidad (seguridad subjetiva). El poder sentirse más seguro, da más tranquilidad vital a cualquier persona.

Por lo tanto, la conclusión es que la seguridad privada es un sector necesario y con mucho futuro precisamente por los retos de futuro que nuestra sociedad tiene que afrontar en el que la delincuencia cada vez está más organizada, está más globalizada y cada vez actúa de forma más sofisticada; y también por el peligro del terrorismo yihadista internacional que es el gran enemigo de las democracias occidentales y consolidadas. Podemos afirmar que todos los cuerpos seguridad públicos y privados, colaboran para proteger y garantizar nuestros derechos y libertades como ciudadanos, así como la protección de bienes y personas. A nadie se le escapa que España goza de un gran prestigio internacional por ser uno de los países más seguros (como así índica el estudio del “Foro Económico Mundial” en la que los turistas valoran positivamente a España por su alto grado de seguridad, entre otros factores) y esta valoración se debe al buen trabajo y profesionalidad de todos los cuerpos de seguridad del Estado y la buena colaboración las empresas de seguridad privada con éstos.

Fuente: Blog Alberto Villagrasa