La Cámara de Representantes aprobó en último debate de esta noche de jueves 17 de junio el proyecto de ley de reducción de la jornada laboral en Colombia, trámite que había comenzado cuando el expresidente Álvaro Uribe aún era congresista y texto del cual fue autor.
Se logró reducir la jornada laboral de 48 a 42 horas semanales. Esto ayuda a que haya mayor productividad y se transforme en mayor calidad de vida para todos los trabajadores de Colombia, expresó el representante del Centro Democrático Edward Rodríguez tras realizarse el trámite.
Aunque la integralidad del proyecto se mantuvo, uno de los cambios más relevantes del último debate es que la reducción de la jornada se hará de forma progresiva comenzando en el año 2023. Para este año la jornada bajará a 47 horas, un año después se disminuirá otra hora y a partir del siguiente año bajará dos horas por cada año hasta llegar a las 42 horas de jornada.
“No puedo dejar de relacionar este tema con los impuestos y el empleo. Colombia bajó los impuestos en 2019. Las empresas pagaban una tarifa del 37 % más cinco (por ciento) y hoy la tarifa está en el 31 %, y aquellos que ahora le apuestan a la reforma tributaria le apuestan solo al 34 %. La tributación quedaría muy inferior, por fortuna, a la que había en 2018″, explicó el expresidente Uribe en su intervención en la Cámara.
Y a esto el jefe del Centro Democrático añadió que el empleo de los jóvenes no dependerá de la extensión de la jornada, sino de garantías del Estado para garantizar buena educación, leyes de emprendimiento y la vinculación del sector privado para contribuir a la empleabilidad.
A esta iniciativa se habían opuesto de forma contundente los gremios económicos del país, en especial aquellos que representan a las empresas y los comerciantes, por cuanto la reducción de la jornada laboral significaría grandes costos para el país y podría aumentar los costos de la formalización laboral.
“Tal y como lo manifestamos nosotros y todos nuestros colegas, este proyecto no va a generar unos mayores índices de productividad y competencia, todo lo contrario, el resultado será un recorte del personal, agravando aún más las ya dramáticas cifras de desempleo”, dijo en su momento el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Jaime Alberto Cabal.
Es por esto que con la reducción de la jornada, según los gremios, se encarecerá el costo de las horas de trabajo actuales, “puesto que se indica que se seguiría pagando el mismo salario de 48 horas por 42 horas de trabajo, lo que implica asumir el pago extra de las horas a partir de la hora 41, lo que implica un incremento del 20 % en los costos laborales”, precisó Cabal.
El proyecto de ley aprobado este jueves deja también claro que las remuneraciones por el trabajo formal no deben cambiar, es decir, ningún empleado puede ver afectado su salario actual aun si la jornada laboral semanal se reduce. Asimismo, los derechos laborales seguirán vigentes.
Por el contrario, si se trata de jóvenes entre 15 y 17 años las cosas cambian. De acuerdo con el proyecto, para este grupo poblacional se aplicará, entre otras, que solo podrá trabajar en jornada diurna máxima de seis horas diarias y 30 minutos a la semana, así como que su horario no podrá superar las 6:00 p. m.
“Disminuir la jornada laboral es un primer paso para hacer el trabajo más digno, pero lo que Colombia necesita es desarrollar el estatuto del trabajo como está consagrado en el art. 53 de la Constitución Política. Sin derechos no hay dignidad”, dijo la líder política de oposición Ángela María Robledo.
El Gobierno nacional, por su parte, había sido enfático en semanas anteriores en que estaba en desacuerdo con este proyecto de ley. Incluso el exviceministro de Hacienda Juan Pablo Zárate había señalado que, “si bien esta cartera considera que la iniciativa persigue un fin loable, no sería conveniente impulsar esta propuesta ante el panorama actual, como consecuencia de la pandemia”.
Fuente: Semana
