Un análisis a los riesgos del uso de drones
Aunque seguramente solo conozcamos la cara conocida de los drones, como las innovaciones que supone y las posibilidades que ofrece, el desarrollo de estos aparatos también ha contribuido a la aparición de nuevos riesgos para la seguridad ciudadana.
Por este motivo, disponemos a analizar los diferentes riesgos que conllevan los drones para finalmente determinar el nivel de importancia de cada uno de ellos y clasificarlos como riesgos altos, medios o bajos. Para realizar esta clasificación, nos basaremos en dos criterios: probabilidad de ocurrencia y severidad del daño. Para el primer indicador asignaremos valores del 1 al 5, siendo el 5 el de mayor peso. Para el segundo, asignaremos valores de la A a la E, siendo la E el de más peso. Después de concatenar ambos indicadores, se determinará el grado de importancia del riesgo en base a la siguiente matriz:
Para la identificación de los diferentes riesgos diferenciemos entre riesgos intencionados y riesgos no intencionados.
Riesgos intencionados
Los drones, al ser aeronaves pilotadas remotamente, suponen un gran riesgo en eventos multitudinarios, como puede ser un concierto, un partido de fútbol o incluso el discurso de un presidente. De hecho, el pasado 4 de agosto el presidente de Venezuela Nicolás Maduro que se encontraba dando un discurso en Caracas, se presume fue el objetivo de un intento de atentado con drones cargados de explosivos.
Por otro lado, los drones son una herramienta ideal para el espionaje. Gracias a su tamaño reducido y sus capacidades de desplazamiento, los drones son capaces de infiltrarse en áreas restringidas como bases militares o centrales nucleares para extraer información privilegiada. Un escenario más cercano podría ser el de un dron que observa la vivienda de un ciudadano, y de esta manera el ladrón pudiese determinar si la vivienda en cuestión se encuentra vacía para así proceder al robo. Esto último, además de ser un riesgo para la seguridad, también supone una amenaza a la privacidad del ciudadano.
Finalmente, al tratarse de dispositivos electrónicos, los drones también son susceptibles a ser hackeados, ya sea remotamente o localmente mediante su interceptación. Si estos aparatos no cuentan con las medidas de seguridad de la información adecuadas, pueden suponer un riesgo de robo de datos. A continuación se presenta una tabla con los riesgos recién mencionados junto con la evaluación de cada uno:
Riesgo | Probabilidad | Severidad | Nivel de riesgo |
Atentado terrorista | 4 | E | Alto |
Espionaje | 2 | D | Medio |
Violación de privacidad | 4 | D | Alto |
Robo de datos | 4 | D | Alto |
Riesgos no intencionados
El principal riesgo no intencionado que suponen los drones son las colisiones accidentales. Estas colisiones pueden ser ocasionadas tanto por fallos en el hardware como en el software del dron. Aun así, también puede darse la situación en la que el dron no presente ningún fallo técnico y que la causa de la colisión sea por un fallo de pilotaje. En cualquier caso, cada vez son más los incidentes registrados que han supuesto la colisión o el desvío de aeronaves comerciales. Sólo en 2014 se registraron casi 200 incidentes de este tipo[2].
Las colisiones accidentales también suponen un riesgo para las estructuras terrestres como los edificios o monumentos históricos. Si se va a hacer uso de drones en entornos urbanos, estos suponen un gran riesgo para edificios con cristaleras que puedan herir a las personas cercanas. Por otro lado, los drones también suponen una amenaza para la preservación de monumentos históricos, ya que una colisión podría provocar daños irreversibles.
Aparte de las colisiones contra aeronaves y estructuras terrestres, el tipo de colisión más destacable es contra las personas. El uso de drones sobre espacios muy transitados conlleva grandes riesgos, ya que en caso de fallo, las probabilidades de que el dron alcance a una persona son muy altas. Este tipo de colisión podría darse tanto en eventos con aglomeraciones de gente, como en áreas urbanas muy transitadas[3]. Además, es importante destacar que los drones también pueden colisionar contra aves, ya que, en este caso, no es necesario que el dron presente algún fallo técnico ni que el piloto cometa un error, sino que la única causa de la colisión sea la propia ave.
Por último, también existen algunos riesgos no intencionados que no impliquen una colisión. Por un lado, los drones podrían provocar interferencias en las comunicaciones de las aeronaves cercanas, entorpeciendo el pilotaje de estas. Por otro lado, algunos drones son diseñados para desempeñar actividades críticas como la búsqueda de supervivientes. El hecho de que los sistemas del dron sufran un fallo y en consecuencia no pueda completar su cometido, supone un riesgo. A continuación se muestra la tabla de los riesgos recién analizados:
Riesgo | Probabilidad | Severidad | Nivel de riesgo |
Colisiones contra aeronaves | 4 | E | Alto |
Colisiones contra estructuras terrestres | 4 | C | Medio |
Colisiones contra personas | 3 | E | Alto |
Colisiones contra aves | 2 | E | Alto |
Interferencias | 3 | C | Medio |
Actividad crítica fallida | 2 | E | Alto |
En conclusión, el uso de drones conlleva múltiples riesgos que deben ser controlados para sacar el máximo partido de esta tecnología emergente.
Fuente: Blog Deusto Seguridad