Por lo menos 20% de las personas que dan buena impresión en una entrevista, tienen rasgos destructivos y pueden dañar considerablemente la organización. La decisión no debe estar basada en la primera impresión, ya que esta no siempre refleja realmente quién es el individuo.
“La única manera profesional de seleccionar personal está basada en la averiguación de hechos imparciales. Teniendo en cuenta que el autor de la hoja de vida es el mismo candidato, nuestra actitud hacia los datos presentados tiene que ser cautelosa y los tomamos como no comprobados hasta que no podamos verificarlos con una fuente imparcial. La buena impresión de la hoja de vida también es sólo impresión”, afirma el Director de Performia Colombia, Jairo Pinilla.
Es importante destacar que el crecimiento de las empresas y su permanencia en el tiempo dependen enormemente de su personal, puesto que un solo individuo puede destruir a toda una firma. En este sentido, las estadísticas de supervivencia de las organizaciones en Colombia no son tan favorables.
Según un estudio hecho por la Cámara de Comercio de Bogotá a 324 empresarios, 55% de las empresas apenas sobrevivió al primer año de funcionamiento, 41% al segundo, 31% al tercero y solo el 23% al cuarto año. Esta cifra tiene mucho que ver con la productividad de los empleados, ya que sus funciones son esenciales para el éxito o fracaso de una empresa.
La selección de personal debe estar basada en el desempeño y el valor del producto final obtenido por el candidato en sus trabajos anteriores. La decisión no debe basarse en la primera impresión, ya que esta no siempre refleja realmente quién es el individuo, por ello es importante hacer pruebas a distancia antes de llamar a una entrevista presencial.
En el caso de las personas que nunca han tenido experiencia laboral, por ejemplo, si se evalúa contratar a alguien recién graduado de la universidad, es posible tener en cuenta sus actividades extracurriculares, como trabajos desarrollados en vacaciones o la práctica de algún deporte, ya que esto habla del nivel de rendimiento, constancia y productividad del individuo, y puede ser un referente sobre su desempeño laboral.
Pinilla explica que los mejores expertos en selección de personal confirman que los errores más catastróficos pueden ser cometidos por personas que dan una buena impresión. Por lo menos 20 % de ellos tienen rasgos destructivos ocultos, que no se pueden descubrir con métodos tradicionales como la entrevista.
La buena impresión, un arma de doble filo
La buena imagen puede ser un gran acierto o llevar a que la empresa cometa la peor decisión. Por ejemplo, un trabajador con alto coeficiente intelectual -reflejado en una prueba de IQ-, que se comunique bien y tenga alta empatía, pero sea destructivo, aunque puede pasar desapercibido, sería terrible para el equipo de trabajo y la productividad de la empresa.
Este tipo de personas desmoralizan al equipo de trabajo, son problemáticas, retrasan los procesos, se enfocan en los problemas y no en las soluciones. Sienten que las barreras son enormes y las soluciones son lejanas; capaces de influenciar negativamente a un equipo de trabajo, en la mayoría de los casos hacen perder tiempo a los demás en cosas sin importancia y obstaculizan los procesos.
Se puede decir que la incapacidad para detectar a estos individuos es una fuente potencial de problemas y pérdidas económicas. Además, a medida que alcancen cargos importantes, perjudicarían aún más a la empresa. El director de Performia Colombia afirma que existen pruebas para identificar a quienes presenten esta combinación peligrosa. Dichas pruebas son muy certeras y sirven tanto para un proceso de selección como para detectar fallas y ayudar a los candidatos a mejorar como personas y como trabajadores.
El proceso de selección de personal involucra muchos factores de gran importancia para el éxito. No solo se trata de contratar a una persona que perdure en una organización, es fundamental también examinar su rendimiento, su relación consigo mismo y con los demás, para que el producto final sea exitoso y garantice la supervivencia y crecimiento de la empresa.
Fuente: Actualicese
