La capacitación y el futuro de la empresa
Mientras mas capaces sean las personas que colaboran con nosotros, metas más altas podremos alcanzar.
Por Edgardo Frigo.
Aunque desde hace unos años se ha comprendido más ampliamente la necesidad de contar con personal lo suficientemente apto como para “hacer lo que hay que hacer”, pareciera haber un cierto consenso en que sólo vale la pena dar entrenamiento de buena calidad para quienes ocupan los niveles de gerencia y dirección de las empresas.
Pero la dura realidad cotidianamente muestra otra cosa. En las empresas van desapareciendo niveles gerenciales. Los retiros, naturales y provocadas, no se cubren. Hay menos personal para hacer más trabajo. Las tareas y responsabilidades, necesarias para la adaptación de la empresa a los cambios externos, se redefinen continuamente.
Cada tarea incorpora más información, y soportes tecnológicos más avanzados, en mejora permanente. Los niveles gerenciales están aprendiendo a delegar más, a niveles cada vez más bajos. Entonces, se está haciendo necesario dar entrenamiento cada vez más sofisticado a niveles operativos de la organización.
LA RELACIÓN ENTRE CAPACITACIÓN Y SELECCIÓN DE PERSONAL
Lo recién mencionado presenta varias aristas interesantes. Por una parte, se va haciendo más y más importante el proceso de selección de personal. Antes se buscaba trayectoria exitosa, experiencia, conocimiento del mercado concreto o de una tarea concreta.
Al seleccionar personal hoy, buscamos otras cosas, esencialmente gente adaptable, entrenable, que pueda trabajar en grupos y que posea potencial.
Sabemos que, cualesquiera sean las capacidades que hoy tenga una persona, en poco tiempo va a necesitar más, y diferentes.
Se van sofisticando los procesos de selección de personal, y los de entrenamiento del personal que ya tenemos. La inversión de recursos en estos temas va a aumentar significativamente en los próximos años.
La capacitación está cada vez más relacionada con la estrategia general de la empresa. Hoy, sin estrategia clara, no hay organización viable.
La estrategia nos indica donde queremos llegar, desde donde estamos hoy, y que pasos concretos vamos a tomar para lograrlo. Para llegar a nuestros objetivos necesitaremos recursos de distintos tipos y personas suficientemente entrenadas como para ayudarnos.
LA RELACIÓN ENTRE LA CAPACITACIÓN DEL PERSONAL Y EL FUTURO DE LA EMPRESA
Los estrategas de la organización se plantean preguntas como las siguientes:
• ¿Dónde estamos hoy ?
• ¿A dónde queremos llegar ?
• ¿Cómo podemos llegar desde aquí hasta allá ?
• ¿Qué recursos necesitamos hoy ? Los tenemos ?
• ¿Qué necesitaremos la semana que viene ?
• ¿Cómo conseguimos los recursos y capacidades que no tenemos ?
Éstas preguntas nos llevan a reflexionar estratégicamente sobre la organización. Para responderlas, al igual que para iniciar planes de desarrollo de personal que nos aporten las capacidades que hoy no tenemos, deberemos conocer las necesidades estructurales de nuestra organización, sus objetivos y metas, su estilo de conducción, su cultura tanto formal como informal, y la conformación de sus grupos humanos.
Sólo podremos competir en los mercados reales, y alcanzar nuestras metas como organización, con la ayuda de otras personas. Mientras mas capaces sean las personas que colaboran con nosotros, metas más altas podremos alcanzar.
De a poco vamos comprendiendo que en la organización no hay “recursos humanos”, sino personas que trabajan. También comprendemos que la cantidad de esas personas es limitada, y que en el futuro lo más probable es que nuestro plantel sea más chico, no más grande. Esto nos lleva a la capacitación individualizada del futuro.
Deberemos apelar a las capacidades y al compromiso de cada colaborador, y nuestra responsabilidad será desarrollar al máximo sus aptitudes individuales, aumentando continuamente su productividad. Esto, a su vez, hará que esas personas sean “más empleables”. Ganarán las dos partes de esta nueva asociación.
Deberemos tener en cuenta las diferencias personales. No todos avanzan a la misma velocidad, con las mismas técnicas, en los mismos temas. Algunos prefieren leer, otros escuchar. Unos prefieren trabajos grupales, otros individuales.
Existen dos caminos: imponer un estilo de capacitación y tratar de lograr que las personas se adapten a él, o adecuar los estilos de entrenamiento a las personas reales que colaboran con nosotros, mejorando su productividad de acuerdo con ellos. Este despierta menos resistencia, cuesta menos, logra mejores resultados. Y nos va a permitir obtener el compromiso de la gente, sin el cual ninguna organización podrá alcanzar sus objetivos.
El autor de este artículo, Prof. Edgardo Frigo, es consultor experto en capacitación de profesionales en seguridad en Argentina.